Obras Sanitarias es un caos. Los empleados reclaman para que se blanqueen las actas acuerdo. Falta de planificación en las obras a largo plazo. Instalaciones de la dependencias que se viene abajo. Un caño que se rompe en el mismo lugar dos días seguidos y un presidente de la institución que cierra el diálogo con los trabajadores.
La Dirección Provincial de Obras y Servicios Sanitarios de la provincia está en estado de coma. En los últimos 20 años la densidad demográfica de la ciudad se incrementó de 20 mil a 80 mil habitantes, pero los empleados de Obras Sanitarios sólo pasaron de ser 102 a 104. En este tiempo no se realizaron obras de ampliación en las redes y no hay en carpeta una plan de acción y planificación a largo plazo para mejorar el servicio. El presupuesto que maneja la dependencia ahora es similar al de 1998.
Junto a reclamos de mejoras en el edificio de Obras Sanitarias, con instalaciones sin gas, con los techos y paredes rotas, con un solo baño para 45 personas, entre otras cosas, los trabajadores de la dependencia suman también un reclamo salarial que ayude a blanquear las actas acuerdo que contemplan aumentos, pero en negro.
Dos días sin agua
Los vecinos de la ciudad debieron sufrir ayer por segundo día consecutivo la falta de agua en sus casas debido a la rotura de un caño ubicado en la intersección de la avenida Hipólito Yrigoyen y la calle Formosa, y que corresponde a un conducto de red final.
Desde la guardia de la dependencia informaron que "la rotura del caño del día martes correspondía a una "T" del sistema, el cual fue solucionado el mismo día. Ayer por la mañana se volvió a romper el mismo caño pero en la "T" de al lado. Eso es debido a que como las cañerías son viejas y tienen poca capacidad, cuando se les imprime presión para que el agua llegue a los barrios nuevos que se están conformando en el Río Pipo, la presión hace que se pompan las caños".
Rodolfo Filippi, delegado gremial de ATE en Obras Publicas, explicó que la dependencia tiene "en este momento dos turnos. Uno que va de las 8 de la mañana a las 15 horas, y un turno que entra a las 13 horas hasta las 20 horas. Hay programada una guardia que va desde las 20 hasta las 8 de la mañana. La guardia cubre el trabajo que se deja vacante durante el día normal, trabajando desde las 20 a las 8 de la mañana. Esas guardias van rotando todas las semanas".
El reclamo no es sólo es una cuestión salarial
Filippi le comunicó a el diario del Fin Del Mundo que "acá hay un reclamo que es de vieja data y no es salarial". "Yo voy a cumplir 20 años en Obras Sanitarias y en ese tiempo nunca se dejó de atender la guardia. " La guardia para nosotros es una religión".
Ese régimen de guardias lo ha dispuesto la dirigencia de Obras Sanitarias. Ahora ese servicio se ve resentido por los reclamos que el gremio está llevando adelante en donde planteamos el "quite y colaboración" y "trabajo a reglamento". Esto implica que el trabajador deja de colaborar con la institución en reclamo a la forma en que la institución lo está tratando".
"Acá la población tiene que saber que, por ejemplo, el capataz hace de capataz, de ayudante, de chofer de las camionetas; eso la gente tiene que tenerlo en cuenta y eso es colaboración".
Consultado sobre el malestar que le causa a los vecinos la falta de agua en sus domicilios, el gremialista manifestó que "el reclamo que deberían hacer los vecinos sería ante el titular de la dependencia, ya que los mismo son en forma ascendente y él es quien por mantener una postura cerrada al diálogo, produce que se resienta la atención y el trabajo de los empleados de Obras Publicas, afectando así a toda la ciudad".
Un edificio que se cae a pedazos
En una recorrida por las instalación de Obras Sanitarias, en Gobernador Gómez esquina Lasserre, se puede observar el estado de abandono que presenta el edificio donde trabajan 45 empleados de Obras Sanitarias.
Así lo explican los trabajadores: "Es una institución que ha quedado a la deriva. Hay sectores de Obras Sanitarias como por ejemplo el pañol de materiales, que se utiliza como taller y depósito de materiales, que tiene el techo y las paredes en pésimo estado, con filtraciones de agua, sin calefacción, con dos duchas para que los empleados se bañen después de trabajar cavando posos, que no funcionan".
"No tenemos calefón, el depósito nuevo, que se comenzó a construir en marzo de 2007 y tenía un plazo de ejecución de la obra de 90 días, lleva ya más de un año y medio y todavía no se termina".
"Tenemos un transformador de 13.200 voltios que reduce la corriente a 380 voltios, que está en la vereda al alcance de que cualquier chico jugando pueda meter un hierro y quede electrocutado, que no tiene más que una reja que sirve de separación. Dentro de la oficina tenemos a 45 personas trabajando con un solo baño habilitado".
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