El huracán Ike probablemente no cause desastres en Nicaragua, pero podría provocar más truenos que lluvias esta tarde, según los pronósticos del Instituto Nicaragüense de Estudios Territoriales (Ineter).
Desde el noroeste del Golfo de México y alejándose cada vez más, Ike sería inofensivo para el territorio nacional, sin embargo, la extensión de sus bandas nubosas es tan grande, que provocará efectos indirectos sobre el territorio nacional.
El ciclón Ike, que la tarde de ayer tenía categoría dos en la escala Saffir-Simpson, fue definido por el Centro Nacional de Huracanes, de Estados Unidos, como un “sistema tropical amplio”. Sus vientos con fuerza de huracán se extendieron hasta 130 kilómetros desde su centro, y los vientos con fuerza de tormenta tropical se sentían a 335 kilómetros del ojo.
La extensa circulación de los vientos de Ike provocó una vaguada sobre Centroamérica que podría causar lluvias sobre Nicaragua.
Sin embargo, lo más notorio serán las tormentas eléctricas, aseguró la directora de Meteorología Sinóptica del Ineter, Salvadora Martínez, las cuales no necesariamente estarían acompañadas de aguaceros.
Las posibilidades de lluvias poco significativas aumentan porque una onda tropical ubicada entre Jamaica y Panamá posiblemente sea absorbida por las bandas nubosas de Ike, según la especialista.
SIEMPRE EL BOCHORNO
Estas condiciones del tiempo harán que permanezcan bajas presiones débiles en el ambiente, indicó Martínez, por lo que el bochorno, esa sensación de calor sofocante, se mantendrá por lo menos un día más.
A pesar de que en la mayor parte del país la temperatura ronda los 30 grados centígrados, especialmente en el Pacífico, el bochorno se siente fuerte por la humedad y la presión que hay en el ambiente. Físicamente se nota en el sudor que provoca cuando se está sin aire acondicionado.
GRANIZÓ EN EL NORTE
El Ineter confirmó la lluvia de granizo de este martes en el norte del país. Martínez señaló que éste fue causado por un choque de vientos. Los vientos del Este que venían desde el Atlántico convergieron con los del Oeste sobre Jinotega y San Rafael del Norte, lo que provocó el fenómeno, pocas veces visto en Nicaragua por ser un país cálido y tropical.
Los reportes indicaban que cayeron trozos de hielo del tamaño de piedras pequeñas. |
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