En los nueve años en que ha sido director de la escuela primaria de la aldea de Sendin, Sengtun Vongsay ha tenido más de una oportunidad de reflexionar sobre el poder destructivo del cercano río Nam Ngum.
De pie junto al muro exterior del aula principal de su escuela, el docente señala una línea de suciedad que recorre la pared de revoque rosa a unos 30 centímetros por sobre su cabeza. "Esta vez las aguas llegaron hasta aquí", explica el Sr. Vongsay. "Y allí se mantuvieron más de dos semanas, hasta que comenzaron a retirarse".
Una mirada al interior de las aulas permite ver el daño que causaron las aguas cenagosas de la crecida. Los pisos de cemento tienen profundas rajaduras y agujeros que están cubiertos por una gruesa capa de limo.
En un rincón se apilan pupitres y asientos destrozados. Por ahora, los alumnos que estudiaban en las aulas dañadas se apiñan en una sección de la escuela que sufrió menos daños porque está en un terreno más elevado.
"Aunque logramos rescatar los libros a tiempo", comenta el Sr. Vongsay, "va a ser muy difícil refaccionar y rehabilitar esta parte para que se pueda volver a usar".
Varados durante varios días
Un sendero barroso conecta la escuela con el resto de Sendin, que se encuentra a unos 40 kilómetros al norte de Vientiane, la ciudad capital. La aldea ocupa una región llana y fértil que a mediados de agosto quedó cubierta por las aguas tras el desbordamiento del río Mekong y muchos de sus tributarios.
La Sra. Boualaphanh, de 42 años de edad, cuenta que la parte inferior de su vivienda quedó bajo las aguas, que alcanzaron dos metros de altura.
"Estuvimos varados durante varios días en el segundo piso", dice la mujer, madre de dos hijos. "Habíamos logrado comprar agua suficiente para dos días. Luego encontramos un bote con el que pudimos llegar hasta el dispensario de la aldea, y allí conseguimos más".
La Sra. Boualaphanh, su hija y su nieta de dos años, terminaron refugiadas con otros aldeanos en un templo cerca del río.
Ellas, al igual que las demás familias más afectadas por la inundación, han recibido recipientes de agua, jabón, tabletas de cloro y otros artículos de higiene de emergencia suministrados por UNICEF.
Como sucede en casi todas las situaciones de emergencia debidas a inundaciones, el problema más acuciante es la carencia de agua potable. Durante la entrega de los suministros de emergencia, integrantes del personal del Ministerio de Salud y del Centro Nacional de Salud Ambiental y Suministro de Agua, conocido localmente como Nam Saat, instruyen a los pobladores sobre el empleo de los artículos que reciben.
La respuesta continúa
Uno de los objetivos más urgentes consiste en rehabilitar los pozos de agua cegados por las aguas contaminadas de la inundación. Los ingenieros de Nam Saat recorren la aldea y ayudan a los propietarios de pozos a extraer la fétida agua marrón que se ha depositado en los mismos.
"Debido a la inundación, el agua de los pozos está muy sucia y los pobladores no pueden usarla", explica Bandith Leuanvilay, Oficial de Agua y Saneamiento de UNICEF. "Lo que hacemos es mostrarles cómo vaciar los pozos y cómo emplear las tabletas de cloro".
Los suministros de emergencia que se distribuyen en la aldea de Sendin son sólo un ejemplo de las labores de respuesta que lleva a cabo UNICEF, que pasó a la acción inmediatamente después que se conoció la magnitud de los efectos de la inundación.
Las regiones septentrional y central de Laos, así como Vientiane, la ciudad capital, resultaron gravemente afectadas por la crecida de las aguas, que causó graves daños a las plantaciones de arroz, las viviendas y la infraestructura. Esta semana se realizará un llamamiento de emergencia a los donantes regionales e internacionales.
"Cuando se disponga de fondos suficientes, UNICEF ayudará a prestar ayuda a todas las comunidades afectadas, no sólo en lo que concierne al suministro de agua y saneamiento sino también en las esferas de salud, nutrición y educación", dijo Laila Ismail-Khan, Representante de UNICEF en la República Democrática Popular Lao. "Junto a los demás miembros de la familia de las Naciones Unidas, UNICEF cumplirá con su compromiso de ayudar a Laos a recuperarse de lo que ha sido uno de los episodios más dolorosos de su historia reciente".
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