En un operativo ordenado por el juez federal de Quilmes, Luis Armella, los inspectores de la Secretaría de Ambiente de la Nación allanaron 35 empresas que no presentaron informes sobre contaminación y clausuraron cuatro de ellas, en forma preventiva.
En la ciudad de Buenos Aires la sorpresa fue doble: descubrieron un desarmadero clandestino dentro de un establecimiento registrado como carpintería y también hallaron una curtiembre ilegal. Todo esto ocurrió en la última etapa de un operativo que controla, desde hace dos años, a las 4.103 empresas que pueblan la cuenca Matanza-Riachuelo.
El capítulo porteño del operativo cosechó dos sorpresas en la calle Guardia Nacional al 1300, en Mataderos. Los funcionarios llegaron al lugar preparados para allanar una carpintería y se encontraron con un desarmadero lleno de autopartes y con cuatro vehículos supuestamente robados.
La otra novedad ocurrió luego de la detención del ocupante del desarmadero. En la misma cuadra, los inspectores descubrieron una curtiembre que funciona desde 1946 y que no estaba en el listado que la Agencia de Protección Ambiental (APRA) del gobierno porteño le entregó a la Justicia antes de los procedimientos.
Los inspectores la clausuraron por tirar los afluentes contaminados al Riachuelo sin tratarlos como indica la ley. Hallaron “una gran cantidad de cueros tirados y ningún matafuego para hacerle frente a un posible incendio”, y según informaron fuentes del organismo de control porteño, la APRA comenzará una investigación interna para saber “si existe alguna responsabilidad interna en la omisión del dato”, ya que la última inspección que tuvo esa empresa fue en agosto de 2007.
Luego de las sorpresas los operativos finalizaron “con dos empresas clausuradas en la provincia de Buenos Aires, dos en la ciudad de Buenos Aires y 31 intimaciones para que los allanados lleven adelante las inversiones necesarias para dejar de contaminar”, dijo Raúl Vidable, a cargo del operativo y subsecretario de Control y Fiscalización de la Secretaría de Ambiente.
El operativo recorrió los seis municipios de la cuenca (Lanús, Lomas de Zamora, La Matanza, Esteban Echeverría, Almirante Brown y Avellaneda) y contó con 300 personas entre funcionarios nacionales, de la Ciudad, gendarmes y policías bonaerenses y federales y 24 empleados del juzgado federal de Quilmes. Ahora 60 especialistas trabajarán sobre los datos reunidos en los allanamientos para determinar cuáles son los agentes contaminantes y cómo evitar que el Riachuelo sea uno de los lugares más contaminados del mundo.
“Estoy hasta las manos”
La mayor sorpresa fue el descubrimiento de un desarmadero dentro de un galpón registrado como carpintería. En un principio, el dueño resistió el allanamiento, pero cuando llegó la policía, permitió el acceso. En ese momento dijo a los inspectores: “Uh, estoy hasta las manos, me tengo que entregar”, según protagonistas del operativo. Hallaron “centenares de autopartes y cuatro autos listos para corte: dos Peugeot 405, un Volkswagen Bora y una camioneta Ford F-100”. El hombre, cuya identidad no trascendió, fue detenido y puesto a disposición del juzgado de instrucción de turno.
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