La grave contaminación del Saladillo, sistema hídrico que abarca un vasto territorio dentro de la provincia, se convirtió en una prioridad para la comunidad de esta ciudad. Tras varias reuniones con ediles rosarinos y con funcionarios provinciales, el Concejo local aprobó una norma que promueve la creación de un comité de cuenca que tome el toro por las astas e investigue el problema de los vertederos clandestinos, del impacto de las industrias y del serio peligro que genera el corrimiento de la cascada.
La cuenca del Saladillo abarca unos 3.200 kilómetros cuadrados y el cauce tiene una extensión de 160 kilómetros. Este arroyo, que algunos llaman río por sus características, atraviesa unas 20 poblaciones medianas y chicas en el sur de la provincia de Santa Fe y sobre todo es el límite natural entre Villa Gobernador Gálvez y Rosario.
Luis Sánchez, edil del Frente Progresista de Villa G. Gálvez, sostuvo que "se empezó con la idea para crear un comité de cuencas hace un tiempo y corresponde al marco de la ley provincial 9.830. Lo más preocupante son las posibilidades de inundación y contaminación".
Comité y consejo. Para el edil es imperiosa la creación del comité: "El proyecto lo enviamos a Rosario y los ediles de allí le agregaron constituir un consejo consultivo". Sánchez acotó: "Para nosotros el Saladillo era una bendición, con la cascada y las piletas naturales. Hoy es una pesadilla que amenaza con inundaciones".
Días pasados en Rosario se realizó una audiencia pública con la presencia de representantes del municipio de Villa G. Gálvez como Raúl Cerliani, junto a los concejales Sánchez y Adrián Orellana, el edil rosarino Carlos Comi (ARI) y funcionarios de Recursos Hídricos.
Contaminación.Uno de los problemas que se plantearon es la contaminación de distintos orígenes, entre ellos el industrial ya que las empresas que se encuentran sobre la cuenca del arroyo generan metales pesados (mercurio y plomo) en grandes proporciones. Otros son los basurales, los líquidos cloacales y los agroquímicos que desaprensivamente se arrojan.
Por otra parte, las inundaciones son un serio inconveniente. "Están hechas obras para el corto y mediano plazo, pero faltan las grandes como represas retardadoras o el trasvasamiento de cuenca", aseguró Sánchez.
Otro tema es el alarmante corrimiento de la cascada que pone en peligro el puente Molino Blanco que comunica las dos ciudades y cuya obra debería iniciarse, a más tardar, en 2009.
Comi expresó que "el Concejo de Rosario aprobó el pedido de la provincia para crear un comité de cuencas, a esto sumamos un consejo consultivo para que participen organizaciones sociales de la zona que forman la cuenca, allí se discutirá la recuperación, la contaminación de la zona y las obras a encarar".
El edil subrayó que "básicamente los comités discuten políticas de desarrollo y actividades a hacer. En ese marco se propician obras y presupuestos, que podrían ser con créditos internacionales o del presupuesto público", especificó.
Marginalidad
Un trabajo realizado por, entre otros, la Facultad de Ciencias Veterinarias de la UNR, en septiembre de 2005, arrojó resultados poco optimistas: "La degradación del medio en que viven la mayoría de los pobladores cercanos al arroyo, es el principal factor de pauperización y deterioro de la calidad de vida, sobre todo en lo que respecta a su relación con la basura".
Foto: Archivo Programa Infoambiente |
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