Comunidades y autoridades municipales acusaron, ante el Tribunal Latinoamericano del Agua, a la empresa Montana Exploradora de contaminar sus fuentes hídricas.
La comunidad de los pueblos mam y sipakapense denunciaron a la mina Marlin, propiedad de Montana, de contaminar los ríos Cuilco y Tzalá, así como impactar en los mantos acuíferos.
Como parte de los señalamientos, se indicó al tribunal que 10 mil vecinos, de 12 aldeas, entre ellas Tres Cruces, Salem, Guancache, Xabaj, Nueva Victoria, Poj, Catzal y Magüeyes, tienen problemas de escasez de agua, pues se han secado sus pozos.
Carlos Loarca, asesor legal de las comunidades, señaló que la responsabilidad es tanto de Montana como del Gobierno, por otorgar licencias de explotación.
Delfino Tema, alcalde de Sipacapa, dijo al tribunal que, a causa de los desperdicios de la trituración de roca, hay una posible contaminación del río Tzalá, y tiene conocimiento de que los niveles de metales pesados encontrados en el afluente son altos, y no como lo muestran los informes de la mina.
A la audiencia no asistió ningún representante del Ejecutivo ni de la empresa Montana.
Douglas González, gerente de la Gremial de Minas de Guatemala, aseguró que Montana, como todos sus agremiados, cumple con todas las normas legales ambientales, y rechazó que haya contaminación del agua.
González agregó que se han hecho análisis avalados por la Universidad de San Carlos, y no se han encontrado contaminantes.
El Tribunal Latinoamericano del Agua inició las audiencias el lunes último, en Antigua Guatemala, para conocer 10 casos de deterioro de fuentes hídricas en Norte, Centro y Sur América, y mañana dará a conocer las sentencias morales de esos procesos.
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