La preocupación de la minera Agua Rica, por las quejas de los ecologistas de los Valles Calchaquíes, Las Termas de Río Hondo y del defensor del Pueblo de Santiago del Estero, Darío Alarcón, quedaron de manifiesto ayer cuando fue el mismo gerente general de la minera, José Luís Martín, el encargado de presentar el informe de impacto ambiental ante el Comité para el Saneamiento de la Cuenca Salí-Dulce; no obstante tanto los funcionarios provinciales como nacionales dejaron en claro que ninguna oposición realizada por el ente cambiaría el destino prácticamente sellado de la instalación de la mina en Catamarca.
“Santiago va a pedir participación en esto, si bien el emprendimiento se ajusta a una normativa nacional y a leyes nacionales que rigen este tipo de emprendimientos, no nos corresponde, pero igualmente vamos a pedir participación y ver en qué medida somos escuchados, pero le vuelvo a decir que desde el punto de vista formal no nos corresponde”, explicó Abel Tévez, de la Secretaría del Agua.
Por su parte, el coordinador del área Cuencas Hídricas de la Subsecretaría de Recursos Hídricos de la Nación, Javier Pascuchi dijo estar conforme por el estudio presentado por Agua Rica, pese a que apenas ayer, fue informado de dónde extraería el agua para hacer funcionar la mina, y cuál será el caudal que pasará de la Cuenca Juramento a la del Salí-Dulce y cómo se afectará a los vecinos de la zona.
“El argumento que nos han presentado, es que es un acuífero muy importante (Campo del Arenal) del que se va a sacar agua, que tendría un impacto muy atenuado, no es que un litro que se saca del Juramento va a la Cuenca de Salí Dulce”, explicó
“El agua se saca de un reservorio muy grande y según la minera habrá una afectación dentro de 60 años sobre el río Santa María de 1,6 litros por segundo, sobre un caudal de 16 litros por segundo se puede compensar por bombeo”, señaló en relación con la afectación de los vecinos de la zona.
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