El Secretario de Agricultura, Carlos Cheppi, planteó la posibilidad de que la Argentina produzca dentro de pocos años 148 millones de toneladas de granos, lo que requeriría cultivar 3 millones de hectáreas adicionales.
Es importante destacar que se prevé un aumento del 55% en los volúmenes de producción, con un 10% más de superficie, lo que implica una fuerte apuesta al aumento de productividad.
El incremento de superficie coincide con una proyección de escenarios para el año 2020 elaborada en la Fac. de Cs. Exactas y Naturales de la UBA para la SECYT.
Estos escenarios son totalmente compatibles con las presentaciones que hizo la semana pasada la Fundación Producir Conservando.
La fuerte demanda internacional juega a favor, igual que la demostrada capacidad del sector productivo.
Desde el Gobierno sólo hace falta asumir que el agro es un sector clave para el desarrollo del país, establecer reglas claras y eliminar obstáculos para materializar todo este potencial, algo tan simple como lo que han hecho los países vecinos con notable éxito. Infraestructura, transporte, insumos, política tributaria, son partes esenciales de la agenda.
Mayor superficie de cultivos significa mayor conversión de ecosistemas naturales, particularmente bosques.
Una parte de la expansión agrícola se hará sobre tierras pampeanas hoy destinadas a la ganadería, la que se desplazará en gran parte hacia el Norte, donde la proporción de pasturas crecerá notablemente hacia el año 2020, como se señaló en el estudio de la FCEN-UBA.
¿Cómo resolver los previsibles conflictos de intereses? La herramienta básica es el Ordenamiento Territorial, proceso que está en marcha en varias provincias.
El caso de Formosa debe ser destacado: hay una firme decisión política de expandir las actividades productivas con fuerte incorporación de valor agregado, pero al mismo tiempo se está impulsando un esfuerzo sin precedentes en materia de conservación de sus recursos naturales y de inclusión de todos los sectores de la sociedad.
El ordenamiento territorial basado en estas premisas permite mostrar dos condiciones esenciales para el desarrollo de Formosa: previsibilidad y seguridad jurídica.
Otros hechos ocurridos en estos días permiten prever que la deseable expansión de la producción pueda compatibilizarse con una mejora en las condiciones ambientales. Se lanzó la Guía de Buenas Prácticas Arroceras, promovida por la Asociación Correntina de Plantadores de Arroz y el INTA, en la que además de criterios técnicos para optimizar los rendimientos, se promueven fuertes medidas de cuidado ambiental, con énfasis en la prevención de la contaminación de las aguas.
En el reciente congreso de Aapresid se lanzó el proceso de certificación de la siembra directa, una brillante iniciativa destinada a impulsar un sistema de gestión de calidad ambiental y productiva, mediante adopción de rotaciones, nutrición balanceada, reposición de nutrientes y manejo integrado de plagas, elementos esenciales del paradigma de la siembra directa.
Los productores podrán capturar las externalidades positivas resultantes de estas actividades, pero también significará una mejora en las condiciones ambientales del agro.
En el mismo congreso se firmó un convenio entre Casafe, ACTA y Aapresid para impulsar el programa Agro Limpio que promueve el manejo racional de agroquímicos antes, durante y después de las aplicaciones, lo que incluye el triple lavado, destrucción y recolección de envases.
Estas medidas son centrales para la salud de los trabajadores y para el ambiente.
Al respecto, cabe destacar un reciente análisis que pedimos a Casafe desde la FCEN-UBA sobre la evolución del mercado de agroquímicos en el país, en el que se muestra que en los últimos 10 años hubo un marcado cambio en los niveles toxicológicos: la clase IV-a (más inocua) pasó de 42% a 86% de los totales comercializados.
No menos importantes para el ambiente son los cambios en las características de los pesticidas, con mayor especificidad, o la irrupción de los inhibidores de quitina.
Es importante destacar la importancia ambiental de los eventos Bt no sólo en el control de plagas importantes para la producción, sino también por la importante reducción en los requerimientos de pesticidas.
En esa línea, es marcada la expectativa que existe por el próximo lanzamiento del algodón RR-Bt.
Además, hace pocos días fue firmado en la Casa de Gobierno con la presencia de la Presidenta de la Nación, ministros, dirigentes de UATRE y de las cuatro entidades rurales, un aumento del 30 % para las retribuciones de los trabajadores rurales.
Sumado a esto, se puede señalar la campaña para combatir el trabajo en negro, y para erradicar el trabajo infantil, que apuntan no sólo a reforzar la pata social de la sustentabilidad, sino que fortalecen la idea de que la ventajas competitivas deben surgir de la incorporación de mejoras tecnológicas, sociales y ambientales, y nunca de prácticas ilegales como la evasión, el trabajo en negro o los desmontes clandestinos.
Finalmente, una consideración sobre los Planes de Gestión Ambiental (PGA), que en gran medida son en la escala predial lo que los Programas de Ordenamiento Territorial son a la escala regional.
Los PGA que están siendo adoptados por varias empresas parten del cumplimiento de toda la normativa vigente en materia social y ambiental, fortaleciendo los objetivos planteados.
Por ejemplo, es frecuente que se planifiquen las áreas protegidas a fin de dotarlas de las superficies, formas y conectividad que aseguren la conservación de muestras representativas de los principales ecosistemas.
Un caso especial es el de los productores de Charata en el sudoeste del Chaco, que al mismo tiempo que adoptan tecnologías de punta, están comprometidos con un programa de conservación del emblemático "bosque de los tres quebrachos", que es parte de la identidad local.
La adopción del conjunto de Buenas Prácticas Agrícolas arriba comentado suma elementos para que la oportunidad que tiene hoy el país, por la sostenida demanda de productos agroindustriales, permita lograr un fuerte incremento en la producción, que genere, al mismo tiempo, una mejora en los parámetros ambientales.
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