Un promedio anual de 100 muertes por cáncer al pulmón y de 70 por cáncer a la vejiga -hasta seis veces superior al promedio nacional- ocasiona la alta concentración de arsénico en el suministro local de agua potable.
Hasta la década pasada el agua era captada desde la aducción Toconce, en la precordillera de la II Región, pero a partir de 2003 comienza a funcionar la planta desaladora de agua de mar, concretándose un viejo anhelo de los antofagastinos.
Partió con escasa cobertura, pero a partir de octubre, 220 mil usuarios (el 66% de la ciudad) podrán consumir agua con niveles mínimos de arsénico.
El gerente de medio ambiente de la sanitaria Aguas Antofagasta, Alberto Cáceres, explica que se ampliará el abastecimiento de agua potable libre de sal marina desde el 44% (150 mil usuarios) a 65% de los habitantes de la comuna (220 mil). Equivalente a la población de las regiones de Arica y Parinacota (XV), de Los Ríos (XIV) o similar a la de comunas metropolitanas como Santiago, Peñalolén o La Pintana.
Efectos en 20 años
El doctor Andrés Tchernitchin, de la Facultad de Medicina de la U. de Chile, señaló que el uso de agua de mar desalinizada constituye un hito. "Será un cambio gradual. Hay personas ya expuestas a altas concentraciones y que sufrirán las consecuencias. Los beneficios recién se verán en los próximos 20 a 30 años. Es un buen comienzo, que debiera ser imitado en todo el norte y resto del país".
Hugo Benítez, vicepresidente del Colegio Médico de Antofagasta, sostuvo que los niveles de arsénico se redujeron paulatinamente hasta los 10 microgramos por litro, nivel recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Desde 2003 la norma nacional máxima es de 30 microgramos por litro. "Por ello, el Colegio, por primera vez en el país, certificó la calidad del agua potable con que se abastece a la población antofagastina, lo que ha incidido en la caída de las tasas de mortalidad", afirmó Benítez.
Un drástico cambio en una región que tras la entrada en servicio de Toconce, entre 1958 y la década del 70, registraba hasta 100 microgramos por litro (entonces la OMS recomendaba 50 microgramos por litro).
El intendente Cristián Rodríguez dijo que de esta forma se cierra un capítulo dramático en materia sanitaria. "En 1970, 1978 y 1988 la construcción y puesta en marcha de plantas para filtrar arsénico (del agua proveniente de Toconce) permitió disminuir los índices. Que ahora se pueda beber agua limpia y descontaminada es destacable", sostuvo.
"Yo tomo agua"
Pese a la mejor calidad del agua, aún no se logra romper con la llamada "maldición del arsénico". Prueba de ello es la alta demanda por agua envasada.
Esto ha motivado a las autoridades locales y a la propia sanitaria a crear campañas en medios locales para promover el consumo del agua potable. Una de las iniciativas es imitar la campaña "Yo tomo leche", pero con la variante "Yo tomo agua", recurriendo a reconocidas figuras locales.
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