El integrante del equipo técnico del Ministerio de la Producción, Raúl Barbieri, dijo que la falta de lluvias en agosto y lo que va de este mes incidió de manera negativa en la siembra de girasol en la provincia, al punto que se sembró alrededor de un 40% menos.
“El cultivo del girasol sufrió la falta de lluvias. El período de siembra se extiende entre agosto y setiembre pero no hubo la humedad necesaria. Algunos productores se jugaron a partir de pequeñas lluvias pero hoy ese cultivo la está peleando”, dijo en el programa “Viví la mañana”, de la FM Aspen 102.3.
Las estadísticas indican que en el centro oeste provincial se cultivan unas 2.500 hectáreas, específicamente en la zona de Las Lomitas e Ingeniero Juárez. “Ahora hay un 60% de superficie sembrada con girasol. Las expectativas de girasol en Chaco eran grandes pero hoy todos los productores se cambiaron a algodón, en base a la elasticidad del cultivo. El productor que no sembró girasol hasta ahora ya no lo hará porque no le conviene en esta época del año. Eso se debe a que integra todo un sistema de producción que no permitiría seguir con los trabajos en verano”, explicó.
Productores
Las lluvias durante la semana pasada en algunas localidades del interior fueron dispersas y no cayeron en las cantidades esperadas por los productores.
“Los pronósticos proyectan una primavera seca y en cierta manera responden a las estadísticas históricas de nuestras zonas productivas. Si nos ubicamos en el inicio de las campañas agrícolas, siempre los productores esperan las lluvias de primavera para comenzar los trabajos de siembra de los cultivos para los primeros días de octubre. Esperamos que para esa fecha los productores cuenten con la humedad necesaria para iniciar el proceso de siembra. Somos optimistas que va a llover. Pero eso es tan subjetivo, la sequía está ligada a factores climáticos, atmosféricos, que ocurren no sólo a nivel de nuestro Continente Sudamericano sino a nivel climático global. Lo que nosotros tenemos comprobado - por el buen trabajo de los agricultores- es que hay buena humedad en el perfil del suelo y se necesitan las lluvias de arranque, unos 20 centímetros de profundidad, para que una vez puesta la semilla se favorezca la germinación. Hasta que no llegue esa lluvia, no puede sembrar porque el cultivo en la manera que avanza busca aprovechar la humedad. Faltan las lluvias de arranque para comenzar los cultivos”, aclaró.
Recordó que por ley sanitaria nacional, a la que adhiere la provincia, el periodo de siembra de algodón comienza el 1 de octubre y se extiende hasta el 15 de noviembre. “Mantengamos la esperanza y ojala lleguen esas lluvias para favorecer la siembra y la cosecha”, confió. |
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