Los movimientos en el sector sanitario chileno podrían continuar. En efecto, al inminente arribo a este negocio del consorcio formado por la japonesa Mitsui y la australiana Challenger, de la mano del holding controlado por el Grupo Solari, se suma el interés manifestado por la también nipona Marubeni de incrementar su presencia en este mercado a nivel nacional.
Si bien, el presidente de la multinacional en Chile, Hiroshi Watanabe, reconoció que la firma estuvo entre los interesados por Aguas Nuevas, admitió que prefirieron dar un paso al lado porque estimaron que el monto que la compañía -encabezada por Piero Solari- pidió para enajenar estos activos era demasiado alto.
Pese a que se quedaron en el camino en la carrera por Aguas del Altiplano, de La Araucanía y de Magallanes, que representan el 9% del mercado, el ejecutivo aseguró que la japonesa tiene la firme convicción de incrementar sus posiciones en este negocio, donde actualmente participan a través de Aguas Décima, que cuenta con aproximadamente un 1% de participación de mercado.
“Estamos viendo otras alternativas y tenemos distintas chances para comprar, no sólo las pertenecientes al grupo Solari, donde vimos muy difícil entrar porque el precio de esa participación era muy caro”, señaló Watanabe.
La estrategia del grupo -explicó- es tener una mayor presencia a fin de aprovechar las sinergias que se generan en este mercado al manejar un mayor volumen de clientes.
“Aguas Décima es muy pequeña y nosotros queremos ser más grandes. En este momento exacto está muy difícil concretar algo, pero seguiremos mirando oportunidades”, insistió el ejecutivo.
Las nuevas apuestas
Los planes de Marubeni para Chile van más allá del área sanitaria, pues actualmente sus actividades también comprenden los sectores minero y automotriz. Ahora -indicó el ejecutivo- la intención es diversificarse hacia otras áreas, como la energética, donde ya sondean oportunidades.
“Queremos expandir nuestras operaciones en Chile y estamos pensando invertir en un cuarto sector, que podría ser energía donde tenemos mucho interés, aunque no tenemos un proyecto concreto. Esto no quita, en todo caso, que también veamos otras posibilidades”, dijo.
En abril, Marubeni sorprendió al mercado al asociarse con Antofagasta Minerals, mediante un acuerdo en que la nipona adquirió el 30% de las mineras Esperanza y El Tesoro, operación en que pagó US$ 1.310 millones.
A esto se suman otros US$ 600 millones que la compañía japonesa tiene que desembolsar para la construcción del yacimiento cuprífero.
En este sentido, Watanabe señaló que por ahora, la compañía buscará consolidar este acuerdo y descartó que, de momento, estén buscando incrementar su presencia en el sector minero.
“En minería no estamos viendo nada más ya que US$ 2.000 millones es bastante para nosotros. Después tendremos tiempo para pensar en otras inversiones”, finalizó.
Las declaraciones las realizó durante la inauguración de la sucursal de Nissan Marubeni en Antofagasta.
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