Entre las posibilidades que existen para que el Organismo Operador de Agua Potable, Alcantarillado y Saneamiento (OOAPAS) pudiera cumplir con la demanda de agua potable en un futuro para la ciudad, ya que son 10 los pozos en riesgo de secarse, es necesario un estudio para conocer las condiciones del acuífero Morelia-Queréndaro, y una de las soluciones sería invertir en los distritos hidrométricos y detección de fugas para lo que se requiere una inversión de más de 112 millones de pesos.
Anteriormente, el titular del organismo, Luis Calderón Hinojosa, declaró que la sobreexplotación de los mantos acuíferos en la capital michoacana a mediano plazo genera complicaciones en el abastecimiento de agua potable, mismos que ha descendido 70 por ciento, por lo que es necesario buscar fuentes alternas para sustituir dichos pozos, lo cual incrementará el costo del líquido.
“Morelia está sufriendo las consecuencias debido a la sobreexplotación de las fuentes de dotación de agua, ya que los 107 pozos existentes en la ciudad han descendido su capacidad de oferta 70 por ciento. Anteriormente producían ocho litros del líquido por segundo y en los últimos años es la mitad”, dijo.
De acuerdo con el informe presentado sobre el segundo trimestre del año, por el organismo operador de agua potable, un total de diez pozos profundos han disminuido su capacidad de bombeo, ya que en el año 1990 su nivel de profundidad era de 71 metros, ahora es de 185 metros.
Algunos de estos pozos se encuentran en las colonias: Ignacio Zaragoza, que en 1990 se encontraba perforado a 195 metros, este pozo requiere de una inversión de más de 24 millones de pesos, para la recuperación de caudales y reposición en otro sitio; Colonia Fovissste Morelos II, perforado en 1993 a 200 metros, requiere también de más de 24 millones de pesos; fraccionamiento Ario 1815, perforado en el 2000 a 370 metros, requiere aforar otro existente en el mismo lugar, por lo que se necesita una inversión de más de dos millones 851 mil pesos.
Dichos pozos se encuentran dentro del área urbana de la ciudad, el techo financiero que se requiere para la recuperación de todos ellos es de 112 millones 341 mil pesos.
Por lo que según lo expuesto a la Junta de Gobierno del OOAPAS, en la pasada sesión, es necesario realizar un estudio completo de las condiciones de operación hidrológicas del acuífero Morelia-Queréndaro, que incluya la remodelación del software de uso común, para estar en posibilidades de conocer la limitada disponibilidad puntualmente en cada celda que se genere contra la demanda actual y futura de la ciudad.
De acuerdo con el documento entregado a la junta de gobierno, se establece que una vez que se cuente con dicho estudio se podrán llevar a cabo las acciones necesarias bajo un contexto global.
En este texto también se establece que la Comisión Nacional del Agua en el estado (ACNA), encargo al Instituto Mexicano de la Tecnología del Agua (IMTA), un estudio de este tipo, mismo que comprende el padrón de los aprovechamientos subterráneos, incluidos los manantiales que se encuentran en el mismo acuífero.
Es importante señalar que la principal zona afectada, en caso de no llevar a tiempo las acciones necesarias, será la del norte de la ciudad en términos de abasto, ya que actualmente se ha venido compensando el atraso de dicha situación con la instalación de líneas transversales y la interconexión del sistema central, pero es insuficiente, sin mencionar las colonias que están fuera del libramiento, a las que no se les alcanza a proveer de dicho servicio.
Las fuentes alternas que se han estado buscando para sustituir a los pozos que a mediano plazo estarán secos, podrían ser la construcción de algunas presas arriba de la sierra de Santa María o extraer el vital líquido de la presa de Cointzio; el inconveniente es la distancia a la que se encuentran estos nacimientos de agua que son de 14 o de hasta 30 kilómetros, lo que representaría un alto costo para la ciudadanía.
Otro proceso de recuperación del líquido sería a través de los distritos hidrométricos y detección de fugas, de esta forma se mejoraría el nivel de servicio por medio de la sectorización y recuperación de caudales.
El anterior procedimiento se plantea llevarlo a cabo por medio de dos enfoques: uno, el redistribuir los caudales y presiones en la red primaria para el suministro de agua a los distritos hidrométricos desde la planta potabilizadora.
El segundo sería instrumentar y eficientizar dichos distritos hidrométricos, en tres etapas: catastro de infraestructura, adquisición de equipos y selección de construcción de los mismos, con la instalación de 42 estaciones.
Entre los comentarios realizados en la sesión anterior de la Junta de Gobierno del organismo, se dijo que es necesario dar a conocer a la ciudadanía lo que se está haciendo al respecto para preservar el abasto de agua, y los beneficios que se tendrían con la construcción de estos distritos hidrométricos, además que es necesario preservar los vasos reguladores existentes en el municipio.
El director del OOAPAS explicó que la meta que se ha proyectado es mejorar la potabilización del agua del sistema Mintzita, que tradicionalmente presenta turbiedad sobre todo en la temporada de lluvias, pero que mejorará con la puesta en marcha de la planta potabilizadora que se espera inicie el próximo mes de septiembre de este año.
“Con el funcionamiento de esta planta estaremos asegurando que toda el agua que surta el organismo cumpla con los parámetros de la ley 127 de Agua Potable, además que hemos equipado nuestro laboratorio en términos de recursos materiales y humanos para monitorear todos los parámetros del vital líquido, donde se invirtieron poco más de 3 millones de pesos.
“El principal factor que se investiga es el relacionado con la salud pública (clororesidual), ya que al año se analizan unas 14 mil muestras de tomas domiciliarias para asegurar que la presencia de cloro sea el que marca la normatividad”.
Destacó que otras pruebas de calidad que se realizan son los estudios fisicoquímicos y bacteriológicos, además de la medición de la presencia de metales pesados en el agua.