La contaminación provocada por grandes cantidades de escorias arrojadas en las márgenes del río Grande, a la altura de Palpalá, es motivo de preocupación vecinal de y organizaciones ambientalistas.
Se teme que la acumulación de una gran cantidad de estos residuos haya contaminado el río, sus playas y zonas aledañas, y constituye ya un viejo problema de polución en la jurisdicción palpaleña.
Fue, además, uno de los aspectos planteados en un documental de la televisión porteña, que señaló a Palpalá como la ciudad más contaminada del país.
Hace algunos años, las escorias fueron noticia por las denuncias de vecinos, que expresaron sus temores por los focos ígneos que se generan en el interior de estas enormes formaciones.
Lejos de haberse reducido la acumulación de los desechos, que son arrojados por Aceros Zapla, todo parece indicar que las lomas aumentan su magnitud con el paso del tiempo.
Actualmente, la extensa área donde se acumulan estos residuos presenta un aspecto fantasmal, ya que los árboles que antaño había en el lugar han desaparecido y se han formado grandes basurales.