La Empresa Municipal de Aguas de A Coruña, Emalcsa, manifestó ayer que el agua de Carral «es potable y no presenta contaminación alguna», ante las protestas recibidas por parte de algunos vecinos de la zona ante el mal olor de la misma. El hedor, que según los técnicos de la empresa resulta «difícil de precisar», podría proceder «de algún compuesto inofensivo pero persistente».
Por ello, y ya que la estación de tratamiento de agua potable de Cañás no puede hacer nada para evitar los malos olores, Emalcsa ha decidido purgar la red de distribución, para «paliar el problema con la mayor brevedad posible».
El mal olor no es generalizado en el municipio. Las protestas de algunos vecinos alertaron a la empresa municipal de aguas, que decidió acometer los trabajos de purgado «por si algún elemento dentro de la propia red pudiese originarlo».
A pesar del hedor, Emalcsa insiste en señalar que «el agua es perfectamente potable», como comprobaron efectivos de su laboratorio.
La empresa comprobó, mediante consultas técnicas e inspecciones de campo, que el mal olor que despide el agua corriente de Carral no se debe a ningún vertido intencionado en el cauce del río Barcés, fuente de suministro del concello. Las inspecciones que ha cursado Emalcsa incluyen toma de muestras y exámenes en distintos puntos, desde el propio cauce del Barcés, a la mina de Limeisa y las obras del AVE.
Quejas vecinales
Carlos Barbeito Rey, concejal de Obras, Servicios e Industria del Concello de Carral, aseguró que ayer era el primer día que tenía constancia de las quejas vecinales ante el mal olor del agua. El edil desechó la idea de que algún vertido provocase el hedor y aventuró que hoy podría estar solucionado. «Emalcsa dirá de onde ven o cheiro», aseguró.
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