Tras haber obtenido dos de tres licencias, el Gobierno de Brasil ya podría iniciar la construcción de la represa San Antonio en el río Madera —en territorio del vecino país— con el objetivo de generar hidroenergía (electricidad) para el sur del mencionado país.
“La represa Jirao no ha obtenido la licencia de instalación, aunque no está lejana la fecha de la obtención, pero la represa de San Antonio sí la obtuvo el 11 de agosto de este año, lo que significa que ya podría iniciar la construcción”, informó a La Razón, Mirso Alcalá, coordinador de Prevención y Control Ambiental, del Viceministerio de Recursos Naturales y Biodiversidad.
Alcalá explicó que para el megaproyecto de las represas, se deben obtener tres licencias, la primera es la Licencia Previa (LP) que “establece los requerimientos que se tendrían que tener después de la presentación de un estudio de impacto ambiental, en ese caso salieron 33 condicionantes que tenían que subsanar”. Precisó que la licencia ambiental está sujeta a la LP, por lo que es un requisito indispensable.
La segunda licencia, que se deben obtener, según la normativa brasileña, es la Licencia de Instalación, es decir que ya se puede iniciar el proceso de construcción. Aunque Alcalá explicó que según información de Brasil, en el caso de la represa San Antonio todavía no se inició “porque hay ciertos problemas internos en la parte administrativa y técnica, por lo que aún no se empezó con la construcción”, informó.
La tercera licencia es la de operación, que se debe presentar cuando se concluya la construcción y comience el funcionamiento de la represa; se tiene previsto que este requerimiento tendría que ser entregado el 2013.
La construcción de las represas generó malestar en el país, por ser un proyecto que según estudios provocaría grandes daños ambientales en Bolivia. Pese a las reiteradas objeciones presentadas por el Estado boliviano a través de la Cancillería, el país vecino aseguró que este proyecto se ejecutará sí o sí.
CONSECUENCIAS
Ambientales: Según estudios, parte del territorio del Beni podría inundarse, con las dos represas en el río Madera.
Humanas: Por el estancamiento del agua podrían activarse enfermedades tropicales, además de una mayor pobreza.
Sociales: Podrían producirse enfrentamientos entre las organizaciones sociales de la zona. |
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