“Los problemas ambientales se pueden enfrentar y se pueden resolver; y para ello la participación de los vecinos es esencial, pero que no hay asustarse exageradamente”. Esa es la enseñanza que le dejó al doctor en Química Miguel Blesa su intervención en el conflicto que se generó hace dos años en Concepción, cuando vecinos de esa ciudad denunciaron que había mercurio en el agua que se consumía en esa zona. Blesa fue parte del equipo de la Comisión Nacional de Energía Atómica (Conae) que analizó muestras del agua de Concepción, y que con su mediación colaboró en la resolución del problema. “El caso se resolvió con la colaboración de las autoridades y de las agrupaciones ambientalistas”, destacó el experto en temas ambientales, que participará en Tucumán en el XXVII?Congreso Argentino de Química “Doctor Pedro José Aymonino”, que se realizará entre hoy y el viernes en las instalaciones del Jockey Club con la asistencia de expertos de la Argentina, de los Estados Unidos y de diversos países europeos.
Por otra parte, el co director de la Maestría en Gestión Ambiental de la Universidad?Nacional de General San Martín (Buenos Aires) manifestó su preocupación por la contaminación del agua con metales pesados, cuyas fuentes de origen, según señaló, son accidentes o acciones de mala praxis en minería.
“Otro tema son los ríos urbanos muy fuertemente contaminados, que a ustedes les toca: el Río Salí no anda demasiado lejos de los dos más contaminados de la Argentina, el Matanza - Riachuelo y el Reconquista”, afirmó.
“El tercer tipo de contaminación metálica grave en Argentina es el arsénico, presente en toda el agua subterránea de la llanura chaco-pampeana. Hemos trabajado en el Salí, en Los Pereyra, y hay arsénico en las aguas subterráneas: niveles no alarmantes, pero que pasan los límites permitidos”, explicó Blesa.
Sobre la calidad del agua que consumen los argentinos, Blesa destacó que entre el 80 y el 90 % del agua que se usa en el país no es aprovechada para el consumo humano. “Ese porcentaje se usa para la agricultura. El índice de calidad de agua se define en función de un montón de variables: y la Argentina está en “amarillo”, lo que significa un riesgo medio. Hay detergentes que, cuando se empiezan a degradar, generan sustancias que pueden tener efectos mutagénicos: el hombre está fabricando millones de sustancias que no existen en la naturaleza: las usa y las tira, y van a parar a los cuerpos de agua. Si hubiera plantas de tratamiento, estaríamos bien. Pero en Argentina hay pocas, y ese es un grave problema”, concluyó.
Campaña de concientización
En Tucumán, la Sociedad Argentina de Dermatología y la Asociación Tucumana de la especialidad realizan una Campaña de Concientización sobre la presencia de arsénico en el agua, en hospitales de la Capital y de Concepción. Por ello, hasta el viernes asistirán a quienes presenten manchas en el torso y engrosamiento de la piel en palmas y plantas. |
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