Las lluvias que provocó el huracán Ike causaron la muerte de tres personas en la sierra del municipio de Santiago, Nuevo León, y desbordaron la presa El Cuchillo, lo que inundó durante más de 24 horas algunos tramos de las carreteras que van de Monterrey a Reynosa y a Ciudad Victoria, y de ésta a San Luis Potosí. En Reynosa, el oleaje arrasó con al menos 100 metros de la barda de contención de playa Bagdad y devastó el área de palapas.
Jorge Camacho Rincón, director de Protección Civil de Nuevo León, indicó que las víctimas formaban parte de un grupo de ocho excursionistas que se internó en el paraje ecoturístico Los Matacanes para practicar deportes extremos.
Una de las víctimas fue identificada como Luz Irene Valenzuela Bonilla, y los otros dos sólo como Janeth y Alejandro. Los tres fueron llevados al anfiteatro del hospital civil de Monterrey, dijo Rafael Paz Fernández, alcalde de Santiago.
Con un helicóptero fueron rescatados Salvador Pérez Alvarado, Abraham Pérez Venegas, Arturo Ojeda Pérez, Víctor Perales Valadés y Gustavo Alfaro Palominos. Narraron que ingresaron a la sierra por Puerto Genovevo hasta llegar a Las Adjuntas, pero llegó el momento en que no pudieron continuar sino a través de ríos y arroyos, pero una corriente los arrastró. Sólo cinco pudieron salvarse.
Las lluvias de domingo y lunes dejaron cuantiosos daños en municipios metropolitanos de Nuevo León, y debido a los encharcamientos algunos tramos de la carretera libre y de la autopista Monterrey-Reynosa fueron cerrados cerca de Cadereyta, Los Ramones y China.
La Policía Federal Preventiva División Caminos informó que en algunos tramos el agua alcanzó una altura de más de metro y medio, y la mañana del martes se reabrieron las carreteras ciudad Victoria-San Luis Potosí y Ciudad Victoria-Monterrey.
Protección Civil se mantiene en alerta por los aguaceros que Ike y un frente frío han causado en los 43 municipios de Tamaulipas.
En en el municipio de Tihuatlán, en el norte de Veracruz, el campesino Adrián Vázquez fue arrastrado por el arroyo de la comunidad Totolapa cuando intentó cruzarlo a caballo.
En Sinaloa, 100 mil familias perjudicadas por desfogues; 3 mil personas continúan en refugios
Los excedentes de agua que desfoga la presa El Granero al río Conchos, uno de los principales tributarios del río Bravo, rompieron parte del bordo que protege la ciudad de Ojinaga, Chihuahua. La zona agrícola y unas 300 viviendas se inundaron, por lo que Protección Civil estatal comenzó a desalojar a cientos de familias de esa localidad fronteriza con Presidio, Texas, que también sufrió inundaciones.
El Ejército Mexicano aplicó el plan DN-III para ayudar a Protección Civil de Ojinaga a desalojar a unas 900 personas de las colonias Progreso, Emiliano Zapata, Fronteriza y fraccionamiento Río Bravo, entre otras.
Aproximadamente a las 23 horas del lunes comenzó la inundación al reventarse un tramo del bordo de aproximadamente ocho metros de altura. Se ordenó cerrar el puente que comunica la ciudad con Presidio, Texas.
Jesús Carrasco, director de la dependencia, dijo que la crecida del río Conchos obligó a cerrar la carretera libre Chihuahua-Ojinaga, cerca del puente de la población El Tecolote, lo que dejó más de 10 comunidades rurales incomunicadas.
La crecida del río se debió a que desde el sábado la Comisión Nacional del Agua (Conagua) desfogó mil 200 metros cúbicos por segundo de la presa Luis L. León, o El Granero. Durante la semana se liberaban en promedio 400 metros cúbicos por segundo menos.
En Sinaloa, el alcalde de Ahome, Esteban Valenzuela García, responsabilizó a la Conagua de las inundaciones ocurridas en 32 comunidades la semana pasada debido al paso de la depresión tropical Lowell. Señaló que la dependencia no hizo a tiempo los desfogues de las presas Miguel Hidalgo y Luis Donaldo Colosio.
La Conagua “tendrá que responder por los daños, ya que (sus funcionarios) sabían que para evitar inundaciones tenían que desfogar las presas; sin embargo, no lo hicieron porque las decisiones se toman en forma centralizada y no observan la gravedad de los problemas”, sostuvo.
Las lluvias y los desfogues de las presas, hasta de mil 400 millones de metros cúbicos, provocaron inundaciones en miles de hogares y el desalojo hasta de 6 mil personas, así como pérdidas en cerca de 6 mil hectáreas de cultivos. Unas 3 mil familias siguen en albergues.
Los daños afectaron a cerca de 100 mil familias de cuatro municipios del norte de Sinaloa.
El gobernador Jesús Aguilar Padilla negó que la Conagua haya tardado en desfogar las presas, ya que estas medidas se toman con base en estudios técnicos y un protocolo.
En el municipio de Mazatlán, al menos 10 poblados, desde Tecomate de la Noria hacia la sierra de Durango, se encuentran incomunidados debido a lluvias y deslaves, informo Alfredo Galaviz Solis, director de Protección Civil. Con un helicóptero, el sistema municipal para el Desarrollo Integral de la Familia ha enviado cientos de despensas y esta semana se reabrirán los caminos bloqueados.
La Conagua informó que las temperaturas de más de 40 grados centígrados volvieron a Sonora y que las lluvias causadas por Lowell mantienen varias comunidades inundadas.
En Jilotzingo, estado de México, personal de bomberos y de Protección Civil continúa en busca de Guadalupe Mendoza Retana, de 16 años de edad, quien el viernes anterior fue arrastrada por una corriente.
El alcalde Jaime Mayén ordenó que este miércoles todo el personal del ayuntamiento se sume a los elementos del Ejército Mexicano y de Protección Civil estatal, que reforzarán la búsqueda en los 17 kilómetros del río y las derivaciones del Xinté, que arrastró el vehículo en que iba Mendoza Retana con otras cinco personas.
- Miroslava Breach, Rubén Villalpando, Javier Valdez, Irene Sánchez, Ulises Gutiérrez y Silvia Chávez, corresponsales
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