El Foro Ambiental Córdoba recibió ayer respuesta favorable de la Comisión Nacional de Alimentos (CONAL) a la solicitud de estudiar la inclusión en el Código Alimentario Argentino de los niveles máximos permitidos de plaguicidas autorizados en el país en el agua potable. La solicitud fue formalmente planteada el pasado 11 de mayo de 2007, haciendo hincapié en la necesidad de actualizar la nómina de plaguicidas y cianotoxinas indicadas.
Un informe similar fue presentado tres veces ante la Subsecretaría de Recursos Hídricos de Córdoba (ex DIPAS). En ese caso, el director de Jurisdicción, Control y Explotación del Recurso, Juan Bresciano, contestó en junio pasado: “Agradecemos los datos otorgados y nos abocamos con las leyes y normas trabajando para actualizarlas y proceder a la corrección correspondientes a las normas de calidad de agua para la bebida”.
El Foro Ambiental dio cuenta que año tras año se sintetizan nuevos plaguicidas, algunos de los cuales alcanzan un uso masivo y generalizado. Sin embargo, la legislación que fija sus niveles máximos permitidos en agua no va al mismo ritmo que ese mercado.
Por el atraso normativo, de los once plaguicidas indicados en el Código Alimentario y las leyes provinciales tan sólo dos no están prohibidos por el Servicio Nacional de Sanidad Animal (SENASA). Los otros nueve ya fueron prohibidos totalmente entre 1990 y 2000, por lo que sería poco probable encontrarlos en agua, salvo que hayan sido usados en forma ilegal o que se detecte alguna traza de insecticida clorado que haya sido usado hace muchos años (por su larga persistencia en el ambiente).
Como comparación, por resolución del SENASA están autorizados 276 principios activos de plaguicidas, sobre los cuales el organismo nacional fijó niveles máximos permitidos para productos agropecuarios (otros 26 plaguicidas están prohibidos, aunque es correcto que se los controle en agua).
A nivel provincial, una resolución de la DIPAS estableció las normas de calidad y control de aguas para bebida, normativa que fue actualizada con la adopción de nuevos límites para el arsénico.