Los presidentes de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, y de Paraguay, Fernando Lugo, acordaron ayer conformar una mesa de negociación que analizará las diferencias entre ambos países en torno al Tratado sobre la represa hidroeléctrica binacional de Itaipú, entre otros temas. Se trata de un tema más que sensible, ya que Lugo pretende que Brasil pague 2.000 millones de dólares anuales por la electricidad que hoy compra por 300 millones.
El canciller brasileño, Celso Amorim, dijo a la prensa que el funcionamiento de la mesa «comenzará en diez días» y será un ámbito de negociación «esencialmente técnico», en el que Brasil llevará una actitud «abierta» frente a las demandas paraguayas.
Amorim y su par paraguayo, Alejandro Hamed Franco, ofrecieron una breve conferencia en el Palacio de Planalto tras la reunión de los mandatarios, que duró más de dos horas.
«Tenemos urgencia en comenzar a trabajar junto a Brasil», dijo Franco, a la vez que su par brasileño mostró la dureza de su gobierno al ratificar su negativa a renegociar el tratado firmado en 1973 sobre Itaipú, cuestionado por Asunción.
Antes de su encuentro con Lula da Silva, Lugo había abogado por «un nuevo tipo de relación, con reglas claras y justas», entre Paraguay y Brasil, en especial en la cuestión energética.
«¿Quién dijo que un tratado no se puede cambiar? El propio tratado prevé que, si hay voluntad, puede cambiarse», dijo Lugo a la prensa después de un encuentro con empresarios en San Pablo y antes de viajar a Brasilia.
El objetivo de Paraguay en las negociaciones con Brasil es «abrir formas para que la energía generada (por Itaipú) sea distribuida más equitativamente para ambos países», pero «no podemos predecir a dónde nos puede conducir el diálogo» que, según aseguró, será «abierto, franco y sincero».
Entre los «ejes de negociación» que Paraguay presenta a Brasil figuran: libre disponibilidad de la energía generada por la usina de Itaipú (ahora Paraguay debe vender la energía que no usa a Brasil) y mejor compensación a las autoridades paraguayas (aumentar el precio del megavatio/hora de 2,70 a 35 dólares), revelaron fuentes del gobierno paraguayo.
El gobierno del ex obispo Lugo también aspira al saneamiento de su deuda con Brasil, a la «coadministración transparente» del ente que regula la hidroeléctrica y a completar las obras faltantes. |
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