En los campos pampeanos se divisa sólo tierra, esto es lo que queda de una gran laguna llamada La Porá que traducida significa la linda, por su extensión en superficie acuosa, de aproximadamente unas veinticinco hectáreas y casi dos metros de profundidad.
Hoy ya no quedan ni diez hectáreas, se encuentra cubierta por una fina capa de agua de unos veinticinco centímetros aproximadamente y el lodo que supera la altura de los garrones del animal, en donde caen y mueren por su debilidad al no tener fuerzas pero sí mucha hambre, ya que la escasez de pasto es evidente, ni siquiera los camalotes existen y las aves carroñeras, como los cuervos cubren surcando los cielos a la espera de una nueva víctima.
Con esto queda demostrado que en este campo los animales no mueren de sed sino de hambre, en los montes ingieren las pocas hojas secas, sucias, pero les ocasionan enfermedades; según los médicos veterinarios dicen que se les secó el librillo y esto también ocasiona la muerte.
Hoy en Pampa del Indio se vive una situación de caos, de animales muertos por doquier, sin posibilidad de sembrar, los pocos que han arado siguen esperando la bendita lluvia, pero debemos también dar a conocer que en la zona norte de esta localidad, unos aguerridos se jugaron y hoy tienen sus hortalizas largando guías en más de veinte centímetros.
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