De acuerdo a los datos aportados por la Estación Experimental que el INTA tiene en esta ciudad, el departamento Marcos Juárez está sufriendo los efectos negativos de la segunda peor sequía en los últimos cien años.
Los escasos seis milímetros caídos en la zona durante los últimos cuatro meses no tienen casi precedente y sólo fueron superados por el mismo cuatrimestre de 1915, cuando no se contabilizó una sola gota de agua de lluvia.
Los campos de la región y el ciclo normal de la actividad agrícola se han visto seriamente perjudicados por la escasez de humedad en el suelo. Esto ha impactado gravemente en la siembra de nuevos cultivos.
Estos seis milímetros detectados por los técnicos del INTA en los diferentes pluviómetros apenas representan el 5% del promedio histórico de lluvias para el cuatrimestre mayo-agosto que es de 109 milímetros.
El actual es entonces uno de los años con mayor escasa medición pluvial desde que se toman los registros en 1908.
Además de las precipitaciones nulas de 1915, debe recordarse que en 1935 se registró una medida similar a la actual.
De acuerdo al informe suministrado por la Estación Experimental, en mayo cayeron 2 milímetros, en junio 3 y en julio 1.
El mes pasado no llovió en todo el período y ahora con medio setiembre transcurrido la situación continúa de la misma manera.
La mayor sorpresa fue el quinto mes del año, ya que habitualmente tenía un promedio de 40 mm. Sin embargo, en esta oportunidad apenas se registraron 2 mm.
Las estadísticas sobre la lluvia caída coinciden con el panorama que vive la región respecto a la condición climática.
En primer término la falta de agua perjudica la zona rural, pero también la pasan mal los vecinos de las poblaciones que cuentan con numerosas calles sin pavimentar.
En el último de los casos la solución pasar por un servicio de riego, pero en lo que refiere al campo, sólo la lluvia traerá tranquilidad.
Si se miden las cifras de los últimos cuatro meses con las de 1991 (récord para el período), la diferencia es aún mucho mayor. Las mediciones del INTA local demuestran que en 1991 cayeron 323 milímetros de agua, repartidos en 156, 72, 28 y 67 mm en cada mes mencionado precedentemente.
Los especialistas en el estudio del suelo aseguraron además que la falta de lluvia está afectando en gran medida a una importante área de la región y específicamente al cultivo de trigo.
“De extenderse la sequía pondría también en serio riesgo la siembra del maíz”, sostuvieron los técnicos consultados.
En el informe se admitió la posibilidad de que mejoren las cosas y que “una precipitación importante a corto plazo podría revertir esta situación de estrés”.
En Bell Ville, también
Al igual que en Marcos Juárez, las estadísticas de Bell Ville demuestran que las precipitaciones se negaron en esta zona, extendiendo el área de sequía al departamento Unión.
Entre los meses de mayo, junio, julio y agosto se midieron apenas 4 milímetros, lo que representa el 5 por ciento aproximadamente del promedio histórico.
Esta marca similar a la del departamento vecino de Marcos Juárez, ha generado problemas en la actividad agrícola y en la ciudad.
En lo que va del año cayeron 328 mm, mientras que lo habitual en este periodo es de casi 500. Según los datos oficiales de las entidades encargadas de medir, la última lluvia se registró el 11 de junio.
Tanto los productores agropecuarios como los habitantes aguardan que en los meses siguientes se presente un clima diferente, al menos con presencia de agua para aliviar la sequía.
|
|
|