Tristeza. Eso es lo que se ve en los productores que observan, con sus caras resquebrajadas de dolor, cómo sus campos ceden ante la furia de la naturaleza. El conflicto que mantuvo durante más de 120 días el sector agropecuario con el Gobierno nacional por el tema de las retenciones móviles parece haber quedado en el pasado ante la caótica situación que padecen las fértiles tierras por la sequía. La falta de agua en los extensos campos ya se calculan en términos históricos: catalogan la sequía como la peor de los últimos 20 años. Y las pérdidas ya superarían los $ 1.000 millones en la Provincia. Todo ante la mirada del gobierno provincial.
La realidad es preocupante. El diputado provincial por la Unión Cívica Radical (UCR) Fernando Zuccari, miembro de la comisión de Asuntos Agrarios, elevó un proyecto para que se declare el estado de emergencia en toda la zona del noroeste bonaerense. “Dentro de la comisión, los demás miembros adhirieron a la iniciativa para que la emergencia se extienda a toda la Provincia, ya que el fenómeno, muy grave, afecta a todos los cultivos y les ocasiona una gran merma en su productividad”, le confió el diputado a Hoy.
Asimismo, no dudó en disparar contra la administración de Daniel Scioli, el cual “demostró no tener interés en solucionar estos problemas”, recalcó. “El gobierno bonaerense no hace nada para intentar paliar esta realidad, y nosotros, en parte, lo que hacemos con la presentación de este proyecto es
pedirles que hagan algo”, sentenció el legislador.
Según estimó la secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentos (Sagpya), “la ausencia de lluvias adecuadas en el período óptimo de implantación de trigo en gran parte del área, a lo que se debe añadir la escasa humedad en el perfil edáfico de varias de las zonas productivas, provocó la imposibilidad para sembrar el cereal”. Sin embargo, a este tema se le suma las ya pocas posibilidades de invertir en ese cultivo, tanto por el precio de los insumos como por la falta de una verdadera política agrícola por parte del Gobierno nacional, dijeron a Hoy varios ruralistas del interior.
Un problema estructural
La situación climatológica juega en contra de las expectativas planteadas. Sin embargo, también repercuten en el sector las variables económicas del contexto internacional, más precisamente, el derrumbe del sistema financiero estadounidense. El colapso golpea al campo con el sostenido descenso en el precio de los commodities que, sumado al sistema de retenciones y a la falta de precipitaciones, conforman un embudo cuyo destino es la inexorable debacle. “El Gobierno debería ya no sólo favorecer al sector decretando la eximición de impuestos para los productores afectados, sino que se debería llevar adelante una política crediticia a cargo del Banco Provincia para ayudar a combatir las grandes pérdidas”, añadió Zuccari.
Según estimaciones de climatólogos y datos del Servicio Meteorológico Nacional (SMN), en algunas zonas los registros de lluvias son los más bajos de los últimos 45 años. Incluso, Hoy pudo saber que las previsiones del SMN para el futuro son aún peores que las actuales.
Por su parte, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, en su Panorama Agrícola Semanal, reveló que la semana pasada sólo se sembraron 2,7% de las 2,85 millones de hectáreas que se estimaba que se destinarían a la producción de maíz en esta campaña 2008/09.
En el caso del girasol, sólo se implantó el 8% de las 2,79 millones de hectáreas proyectadas, un número 2% menor a las 2,84 millones estimadas en el último informe. Asimismo, se prevé que “1,8 millones de hectáreas corren elevado riesgo de acumular mayores pérdidas productivas y de área cosechable”.
No es una sola voz la que alerta sobre la dramática situación del sector. Y muchos son los que apuntan a la soja como la salvación. De hecho, “será la que defina el buen o mal negocio de los productores en esta campaña agrícola”, aseguró el gerente comercial de la semillera SPS Argentina, Carlos Becco. “La gente anticipa una campaña difícil y busca recomendaciones; sabe que se les define el número del año con la soja, es el cultivo que va a definir su éxito o fracaso”, afirmó.
Según el directivo, “la soja va a aumentar a unas 17 millones de hectáreas, el maíz se caerá por lo menos un 5%, el girasol va a estar igual que el año pasado, y el trigo va a estar aproximadamente un 20% por debajo”.
Como se ve, las expectativas están lejos de ser las más optimistas. “El gobierno provincial le ha dado la espalda al campo”, intentó resumir Zuccari, que se mostró indignado por la situación que debe atravesar el que otrora fue el sector más productivo del país. Todo ante la mirada de los responsables gubernamentales. Y ante la otra mirada, la de los productores afectados, en las que se observa una sola cosa: tristeza.
En Santa Fe calculan las pérdidas en $ 2.000 millones
Lo confirmó el ministro de Producción provincial, Juan José Bertero. Además, añadió que Nación prometió $ 6 millones que aún no envió. Y aseguran que el 70% del territorio provincial padece la caótica situación
La situación de sequía en Santa Fe roza lo catastrófico. Según el propio ministro de Producción
local, Juan José Bertero, las pérdidas económicas por el fenómeno climatológico ascienden a los $ 2.000 millones y la situación de emergencia ocupa el 70% del territorio provincial. A esta dramática realidad se le suma lo que pareciera ser la despreocupación del Gobierno nacional, que prometió $ 6 millones para paliar la situación pero que aún no fueron enviados. El ministro afirmó que el dinero se necesita con extrema urgencia, y confirmó que ya se han iniciado las acciones que corresponden para que la administración de Cristina Fernández envíe cuanto antes los fondos. “Hay que hacer un planteo serio a nivel nacional, porque la situación de Santa Fe ya pasa a ser una situación de excepción. Cuando hablan de la sequía en Córdoba, en Chaco, en La Pampa, no he escuchado en ningún lado que haya alguna zona con el 70% de su superficie económicamente activa afectada por semejante emergencia”, detalló Bertero. En esa
línea, reclamó que es necesario tomar conciencia por el presente que están atravesando. “Esto no es hasta que llueva, sino hasta el recupero posterior de la producción, que nos va a llevar, por lo menos, dos semestres más”, remarcó el funcionario, que a su vez explicitó que el gobernador, Hermes Binner, decidió utilizar parte del fondo anticícilico para mitigar las consecuencias del
desastre.
Alertan por la tonelada de soja a 300 dólares
Muy lejos de los 600 dólares que representaban “rentas extraordinarias”, según las propias palabras de la jefa de Estado, Cristina Fernández, el precio de la soja continúa su sostenida caída y el futuro es de preocupación, ya que la cotización podría derrumbarse a 300 dólares por tonelada en la plaza internacional, según la consideración de algunos analistas. En ese contexto, según proyecciones trazadas por el especialista Fernando Botta, analista de Agrobrokers, durante una jornada técnica sobre evolución y perspectivas de mercados de granos y oleaginosas, en el último tiempo “los granos subieron por diversas causas”. En su opinión, las dificultades que enfrentó la oferta de trigo, acumulando dos cosechas magras en el ámbito mundial, determinaron que se llegara a cotizaciones “exorbitantes, arrastrando a los demás productos”. Destacó que “también la política monetaria de muchos países, que utilizaron el tipo de cambio competitivo para estimular el crecimiento, creó un dinero adicional que terminó por ser inflacionario, al no ser acompañado con mayor producción”. Si bien no especificó a qué país se refería, esa situación se dio en la Argentina, cuya administración central prefirió atacar las ganancias de los productores intentando aumentar las retenciones a las exportaciones, un gravamen no coparticipable con las provincias.
Los precios de los granos “no son malos”
El analista Daniel Miró, directivo de la consultora Nóvitas, también pronostica que el precio del principal commoditie del país seguirá descendiendo, aún más de lo actual que ya alcanzó una baja de 32% en los últimos dos meses. “La crisis financiera está barriendo con todos los commodities y se están barriendo las sobrecompras que tenían los fondos. No se sabe dónde termina esta baja, ya que no se sabe el tamaño de la crisis financiera”, consideró. De todas maneras, señaló que los precios en el mercado de granos “se venían desacelerando en forma previa al rebrote de la crisis”, debido a los datos positivos sobre la optimización de las cosechas internacionales de trigo y maíz. No obstante, Miró remarcó que los precios “no son malos”, ya que si bien la baja fue relevante, se los compara con las cotizaciones que se alcanzaron hace pocos meses, a las que calificó como “excesivamente altas”. Sus proyecciones para la soja, en tanto, es que alcance los 380 dólares, aunque condicionó esa posibilidad a “rezar para que se estabilice la crisis”.
En pocas palabras
“El gobierno de la Provincia (a cargo de Daniel Scioli) no ha hecho nada para intentar paliar esta situación. Al parecer, poco le ha interesado solucionar este tipo de problemas. Al
Gobierno nacional lo mismo, ya que desde que se derogó la resolución 125 que decretaba el sistema de retenciones móviles ni al Gobierno nacional ni al bonaerense le interesó siquiera conversar sobre estos temas. Es evidente que la administración Scioli le ha dado la espalda al campo”
Gustavo Zuccari, diputado
provincial por la UCR
Textuales
El precio de la soja es un dilema. Los pronósticos lo llevan desde los 250 dólares hasta los 450. No se sabe hasta cuánto puede bajar, ya que aún no está clara la dimensión de la crisis
“El precio promedio de la soja es de 250 dólares por tonelada. Es muy difícil que llegue a ese nivel, pero también me parece improbable que vuelva a superar los 600 dólares.”
Ricardo Baccarín, de la
consultora Panagrícola
“La crisis financiera está
barriendo con todos los commodities y se están barriendo las sobrecompras que tenían los fondos. No se sabe dónde termina esta baja, ya que
no se sabe el tamaño de la crisis financiera.”
Daniel Miró, directivo de la
consultora Nóvitas
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