"La medida fue tomada ante la dificultad que existe en la provisión de agua en muchos hogares", manifestaron desde la Dirección de Promoción y Protección de la Salud. Sucede que "el agua potable, los alimentos seguros y las adecuadas condiciones sanitarias constituyen medidas fundamentales para reducir, en cierta medida, la infección producida por el virus de la hepatitis A y otras enfermedades", explicó la directora de Promoción y Protección de la Salud, Andrea Uboldi.
La transmisión de la hepatitis A se realiza por vía fecal-oral, por contacto de persona a persona o por ingestión de agua y alimentos contaminados. En este sentido, desde el Ministerio de Salud destacaron la importancia de aplicar acciones tendientes a las mejoras sanitarias como forma efectiva de prevenir la infección, entre las que se cuentan mantener de forma continua la difusión de las medidas de higiene personal, como así también, las de saneamiento ambiental (potabilidad del agua y tratamiento adecuado de excretas); fortalecer la vigilancia epidemiológica de las hepatitis A; procurar altas coberturas de vacunación en niños de 1 año, recuperando a todos los recién nacidos desde 2004 que no cuenten con una dosis.
Uboldi explicó que actualmente está disponible una vacuna para prevenir la hepatitis A que "constituye un complemento altamente eficaz para controlar la enfermedad". En la Argentina la introducción de la vacuna en el Calendario Nacional en 2005 significó la disminución global de las tasas, aunque con variantes según cada provincia.
Asimismo, la funcionaria recordó que la infección con el virus A es la etiología predominante de la hepatitis fulminante en niños en nuestro país, al tiempo que indicó que "el virus se excreta por materia fecal; es frágil al calor, se inactiva a los 60´ C, pero resiste al congelamiento y sobrevive hasta 1 mes en materiales desecados y hasta 1 año en medio líquido".
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