“Enterados del alarmante estado de contaminación del agua de red, por la presencia de nitrato y nitrito, nos preocupa el grave riesgo para la salud de la población de Florencio Varela, sobre todo porque pone en riesgo la vida de los niños en gestación y los lactantes.”
Así comienza la carta que los sacerdotes de Florencio Varela pertenecientes a la Diócesis de Quilmes enviaron ayer a las autoridades provinciales, municipales y a ABSA, la empresa Aguas Bonaerenses.
Todo comenzó hace varios meses cuando los pobladores de algunos asentamientos de Florencio Varela presentaron cuadros de dolor gastrointestinal agudo. Sobre todo las madres embarazadas y los lactantes.
Los vecinos, alarmados, consultaron a una de las organizaciones que trabajan en los diferentes barrios. Ellos se conectaron con el Taller de Agua de la Universidad Nacional de La Plata. “Primero pensamos que el agua estaba contaminada con materia fecal y pedimos que se tomaran muestras en ese sentido. Pero la sorpresa llegó cuando la gente de la universidad tomó muestras del agua de red y descubrió que allí el foco de contaminación era más grave: nitritos y nitratos”, explicó José Luis Calegari, abogado de Espacio de Tierra para Todos y Todas.
El estado de contaminación fue comunicado a la Municipalidad de Florencio Varela, la que encargó a la empresa FIX Sudamericana S.A. el mismo estudio que el realizado por la UNLP. El resultado fue idéntico.
El sacerdote Gino Cardenal, máxima autoridad del Decanato de Florencio Varela, señaló: “El informe es muy grande y es tremendo que sea el agua de red la que está contaminada porque esto pone en peligro a muchísimas familias. Ya hubo entrevistas con diferentes funcionarios y no tuvimos ningún resultado”.
Si bien las muestras que tomó la UNLP fueron sacadas de diferentes barrios, para Calegari la situación es peligrosa: “Hay que tener en cuenta que no es agua de pozo sino que es agua corriente.
La Esmeralda es uno de los barrios de los que se sacó una muestra y queda a diez cuadras de la peatonal de Florencio Varela. Si esa agua es la que circula por las cañerías, entonces se afecta todo el mundo que abre una canilla”.
La conclusión de ambos estudios revela que el agua es “no potable” y el de la Universidad de La Plata aconseja “no hervir el agua”. “Hay una campaña muy fuerte para que la gente hierva el agua pero si la contaminación es por nitratos es lo peor que se puede hacer”, explicó Calegari.
Qué dicen los funcionarios
“Nosotros estamos en conocimiento del tema y tenemos buena receptividad”, explicó a Crítica de la Argentina, el secretario de Obras y Servicios Públicos, Tomás Vanrell. “Este problema afecta a muy pocos sectores de la comunidad. No es generalizado. Son apenas dos o tres barrios, es decir menos del 5% de la población de Florencio Varela”, aseguró.
Vanrell explicó que el municipio está trabajando en la mezcla de aguas saturadas de nitritos y nitratos con aquellas que tienen bajísimos niveles.
“La solución definitiva va a demorar porque implica la construcción de una planta especial. Por lo pronto trabajamos en la mezcla de aguas y asistimos a los barrios más carenciados repartiendo bidones de agua para las mamás embarazadas y los lactantes”.
Por su parte, Calegari sostuvo que la entrega de agua es muy espaciada y que las camionetas pasan cada cuatro días. “Se hace difícil así”, dijo. |
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