La guerra quedó declarada. Si en el inicio de sus respectivas gestiones, Cristina Kirchner y Mauricio Macri se habían prometido paz y amor, la tregua llegó a su fin.
Después del reproche del jefe de gobierno porteño, que anteayer responsabilizó a la Casa Rosada por su imposibilidad de construir las líneas de subte que había prometido en la campaña, fue la propia Presidenta la que ayer le devolvió la gentileza.
Con ironía, Cristina Kirchner lanzó: "Hay que cumplir. Eso también es Pro", le dedicó a Macri durante el acto en el que anunció obras en territorio bonaerense para el tratamiento de líquidos cloacales, desde el pintoresco Teatro Roma, en Avellaneda.
La jefa del Estado acusó al líder de Pro de no haber asistido a la presentación del proyecto, y fue más allá. Lo cuestionó por no haber destinado dinero que le correspondía a la ciudad para invertir en el saneamiento del Riachuelo. "Más allá de esta ausencia de hoy, creo que van a cumplir con esa responsabilidad institucional y social que implica hacerse cargo de sus propios desechos y de sus propios compromisos con el resto de los ciudadanos argentinos", lo cuestionó.
Desde el macrismo dijeron a LA NACION que nadie de la Casa Rosada los había llamado para invitarlos al acto y descartaron que la ciudad deba dinero, tal como sostuvo Cristina Kirchner.
"Es increíble que el gobierno nacional, que en cinco años no hizo nada por el Riachuelo, nos cargue la culpa cuando está prevista una inversión de 1957 millones de pesos", contraatacó el jefe de Gabinete porteño, Horacio Rodríguez Larreta.
Según el gobierno de Macri, la Presidenta equivocó los números. "Hay un compromiso presupuestario por parte de la ciudad de Buenos Aires de 1000 millones de pesos a cumplimentarse entre el presupuesto del año 2008 y el presupuesto del año 2012", sostuvo Cristina. Pero el macrismo explicó que no necesariamente debían invertir en la planta que se construirá en la provincia de Buenos Aires, que lanzó ayer la jefa del Estado.
Ofensiva
La embestida de la Casa Rosada contra Macri se dio apenas dos días después de las declaraciones del líder de Pro, quien es consciente de que el ex presidente Néstor Kirchner ya puso el ojo en la ciudad de cara a las elecciones legislativas del año próximo, y en 2011.
Cristina Kirchner también advirtió sobre la cantidad de basura que produce la ciudad. "Todos estos desagües, además de venir de la zona norte, vienen fundamentalmente de la Capital", analizó la Presidenta. "Esto hace también a la responsabilidad social de aquellos que evacuan sus efluentes hacia el Sur", agregó.
El gobernador Daniel Scioli y el intendente de Avellaneda, Baldomero Alvarez de Olivera, también embistieron contra el macrismo. "Lamento que el gobierno de la ciudad no esté aportando su parte", sentenció Scioli.
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