Uno de cada diez hogares platenses no tiene agua corriente. Y a dos viviendas de cada diez les faltan instalaciones de cloacas. Los reclamos formulados durante la semana que pasó por vecinos de Melchor Romero y José Hernández pusieron bajo la lupa los límites de la cobertura en ambos servicios esenciales, que afectan tanto a los asentamientos más recientes como a barrios tradicionales, ubicados muy cerca del casco urbano.
Concretamente, las carencias afectan entre otros a sectores de Melchor Romero, El Retiro, Las Malvinas, Lisandro Olmos (Los Rosales), Angel Etcheverry, Las Quintas, La Granja, Gorina, El Peligro y Las Banderitas. También de Colonia Urquiza, Altos de San Lorenzo, Los Hornos, La Cumbre, Villa Garibaldi, Parque Sicardi, Arturo Seguí, City Bell (El Rincón, El Ombú, Güemes) y Villa Elisa (Las Margaritas, San Jorge).
En estas localidades y barrios, el crecimiento de la densidad de población, por nuevas urbanizaciones o la ocupación de áreas hasta hace poco baldías, fue mucho más veloz que la extensión de las redes de infraestructura. Hace quince años, La Plata contaba con 571 mil habitantes; las proyecciones actuales llevan ese número hasta cerca de los 650 mil, distribuidos en unas 250 mil viviendas. Las estadísticas que maneja Aguas Bonaerenses hablan de una penetración del 90 por ciento para la red de agua, y del 80 por ciento para la cloacal.
Tanto en ABSA como en el municipio aseguran, de todos modos, que "se trabaja intensamente" para dotar de agua potable a la periferia, por medio del esquema "Agua+Trabajo", que incluye la participación de cooperativas fiscalizadas por la Comuna, y la coordinación del Ente Nacional de Obras Hídricas de Saneamiento (ENOHSA).
El programa no es nuevo; pero su ejecución, en los últimos tiempos, generó un fuerte desfase entre los metros de tendido ejecutados y los habilitados. A inicios de este año, más de 300 mil metros de tuberías se hallaban aptos para el servicio, pero menos de 50 mil llevaban agua, lo que generó fuertes reclamos que aún persisten en algunas zonas.
"Todos se patean la pelota, pero se acerca el verano y estamos obligados a usar el agua de las napas contaminadas o gastar un dineral en bidones. Hace un año que terminaron de poner los caños, y tres meses que los probaron" recuerda Osvaldo Ipuche, del barrio Las Rosas de Melchor Romero: "pero todo quedó ahí".
La zona a la que refieren los vecinos está comprendida entre las calles 157, 161, 518 y 520. "Solamente falta un empalme de unos 300 metros para que el agua llegue al barrio" precisa Carmen Ledesma, "sin embargo no lo hacen, y los chicos siguen teniendo diarreas o problemas en la piel por la mala calidad del agua de bomba". En este sentido, ahora se anuncia que antes de fin de año se pondrán en funcionamiento 150 mil metros de tendido, "lo que implica que 220 mil platenses podrán comenzar 2009 con agua corriente en sus domicilios".
La planta potabilizadora Donato Gerardi, en Ensenada, inyecta en la red 10 mil metros cúbicos de agua potable por hora, que equivalen a 240 millones de litros por día. Esta provisión se complementa y mezcla con la que brindan decenas de bombas -conectadas con el acuífero subterráneo Puelche- que se ubican en diferentes puntos de nuestra ciudad, ya que según los cálculos de ABSA para abastecer La Plata se requieren 300 millones de litros diarios.
En Aguas Bonaerenses, que tiene a su cargo la potabilización y distribución de agua excepto en Lisandro Olmos, Abasto y Melchor Romero -que cuentan con sus propias cooperativas-, se calcula que "está servido el 87 a 90 por ciento del distrito". Y se puntualiza que "incluso en los asentamientos" -cuyos habitantes no integran la nómina de alrededor de 200 mil usuarios registrados- "la gente accede al agua, de una manera u otra".
"El tema cloacas es más complicado", admiten en la firma estatal: "a diferencia de la red de agua, que opera por presión, depende en alto grado del escurrimiento. Las últimas obras grandes son de hace veinte años, y muchas colectoras quedaron fuera de escala. Sin embargo, estamos avanzando en la incorporación de Hernández y Gorina, y gestionando la construcción de una planta depuradora en Ringuelet para cubrir la zona de Tolosa aledaña al Estadio Unico".
Precisamente, los vecinos de José Hernández consideran que la concreción del proyecto de red cloacal es "prioridad absoluta". José Seoane, del Centro de Fomento que lleva el nombre de la localidad, explica que "ya se hicieron todos los estudios altimétricos correspondientes, está definida la boca de descarga y se presentaron los planos, por lo que creemos que no hay trabas para la instalación y que esperar un proyecto conjunto con Gorina sería demorar más una obra clave".
PLAN DE OBRAS
El decreto provincial 1670 prevé la ejecución por parte de ABSA de un vasto plan de obras, que incluye la "tele-supervisión y control a distancia" de 140 pozos de explotación; el recambio de 130 mil metros de cañerías distribuidoras de agua potable en el casco urbano platense; y una "fuerte inversión" en la optimización de la planta Donato Gerardi y la Estación de Bombeo Bosque, que abastece a la Ciudad.
En este marco, se plantea un "refuerzo de abastecimiento" en los barrios El Carmen, Villa Alba, Villa Montoro y Aeropuerto, con cuatro pozos y 5 mil metros de tuberías maestras; un conducto de refuerzo en la zona norte de La Plata; la ampliación de la red cloacal en barrio Aeropuerto; la "readecuación" de las estaciones de bombeo cloacales; la prolongación del acueducto de la Zona Este, desde 120 y 80 hasta 120 y 85, y por 85 desde 120 a 122; un nuevo pozo en Villa Elisa, dos en Gonnet, y nuevas cañerías en City Bell. Además, comenzarían en el mediano plazo las obras de cloacas en San Carlos.
300
Millones de litros diarios de agua es lo que se necesitan para abastecer a La Plata, según los cálculos realizados por ABSA. La planta potabilizadora Donato Gerardi, en Ensenada, inyecta en la red 10 mil metros cúbicos de agua por hora.
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