La falta de agua en el Chaco es un problema crónico que ya viene durando seis meses. La falta del líquido ya es acuciante y afecta a casi todos los sectores. No obstante, la población más impactada es indígena por consumir agua contaminada, señaló el experto.
Sin embargo, Centurión señaló que este fenómeno es totalmente normal en esta época del año ante la ausencia de las temporadas de lluvias de noviembre a abril y resaltó que el problema en la Región Occidental no es la falta de agua, sino su calidad, atendiendo que en esta región abundan los depósitos de aguas salobres y saladas ya que el mar ingresaba hace miles de años en la región, explicó.
Dijo que con la cantidad de dinero invertido hasta el momento, el gobierno ya debería haber tenido una evaluación de la problemática en el Chaco, así como un plan para paliar la situación que afecta a unas 140.000 personas. Resaltó además que hasta la fecha no se cuenta con una coordinación entre las instituciones encargadas de encarar una solución definitiva.
GASTOS Y SOLUCIONES
La sequía en el Chaco es cíclica y si no se piensa en soluciones a largo plazo, seguirá, advierte un experto.
El hidroquímico señaló que al igual que todos los años, la SEN aprobó el plan de protección civil denominado “Chaco okotevê ñanderehe”, con el fin de solucionar la crisis mediante un gasto de US$ 5 millones.
Apuntó que todo esto se trata de una “solución parche” para una crisis que se repite cada año. “Esta problemática debe ser solucionada con acciones a largo plazo mediante proyectos a futuro. Se deben efectuar varios emprendimientos para paliar esta situación como la construcción de reservorios, tajamares de infiltración y de almacenamiento, molinos de vientos, cisternas rurales, aljibes en comunidades indígenas y de paraguayos así como pozos profundos para desalinización por ósmosis inversa y otros métodos. Es urgente un plan para un buen mantenimiento, porque la capacidad de controlar el agua es crucial”, remarcó.
Recomendó al nuevo gobierno la construcción de un acueducto que traiga agua del río Paraguay así como en el oeste y noreste del Chaco en donde hay agua potable. “El abastecimiento de agua se hace principalmente a trabes de aguas pluviales acumuladas en lagunas naturales y tajamares, también por represamiento de aguas superficiales como riachos y ríos y explicó que estas reservas en épocas de sequías prolongadas no son suficientes”. En la zona central del Chaco la mayoría de los depósitos superficiales del liquido vital desaparecen hacia el fin de la estación seca (abril). Este fenómeno se da casi todos los años, según el experto.
AGUA DULCE AL OESTE Y NORESTE DEL CHACO
“Los acuíferos freáticos y profundos presentan agua salada, solamente en el oeste y en el noreste se tienen reservorios confinados profundos con agua dulce”, resaltó.
En Chaco central en particular, se consume más del 45% del agua renovable al alcance, motivo por el cual se requiere cada año un suministro adicional de fuentes externas.
CONSERVAR
El experto en temas hídricos recomienda a las nuevas autoridades desarrollar un plan a largo plazo y efectivo para el Chaco. “En general –sostiene– se debe hacer un mejor uso del agua disponible y se debe emplear métodos para la conservación, distribución y utilización, es por eso que se debe elaborar un plan nacional y regional para solucionar definitivamente el problema ocasionado por la sequía. Hay que dejar de recurrir a la declaración de emergencia nacional, como se viene haciendo ya hace bastante tiempo. A mi criterio, se debe optar por una solución muy puntual”. Veremos si toman nota las autoridades o siguen con los parches.
|
|
|