El vicepresidente Julio Cobos advirtió con un gesto que no se quedará quieto mientras dure la ausencia de Cristina Kirchner, de viaje en Nueva York: ayer --en su primer día hábil como Presidente en ejercicio-- recibió en su despacho a Mauricio Macri y a Gabriela Michetti, cuyo sector político había sido duramente cuestionado por Cristina el viernes pasado.
"Este no fue un encuentro pensado ni premeditado para hacer escenarios conspirativos", se atajó Michetti, que ofició de vocera tras la reunión. "Cobos --agregó-- tiene todo el campo de acción que le da el haber sido votado por la ciudadanía, y la legitimidad de ser el Vicepresidente."
Fue su respuesta a la irritación que produjo el encuentro en el oficialismo, al punto que el jefe de los senadores del PJ, Miguel Pichetto, lo calificó de "provocación", "deslealtad" y "actitud conspirativa", y volvió a sugerir que el vice "tiene que irse" del Gobierno. Cobos le respondió en cuatro líneas de un comunicado: "Conspirativo es pedir todos los días la renuncia de quien goza de legalidad y legitimidad en su mandato popular".
La fuerte señal política fue más evidente porque el viernes pasado Cristina había cuestionado duramente a Macri, al acusarlo de no cumplir promesas sobre la limpieza del Riachuelo.
El argumento oficial del encuentro tuvo que ver tangencilamente con eso: "Pensamos que no está mal aprovechar este momento institucional --reveló Michetti-- para planterle a Cobos que el Gobierno nacional está trabando la posibilidad de financiamiento a la Ciudad. Sólo falta la firma del secretario de Hacienda, un trámite apenas formal que se demora desde hace dos meses."
El financiamiento está aprobado por la Legislatura porteña. Es la emisión de un bono por 1.500 millones de pesos para construir "escuelas, centros de salud y obras hidráulicas y viales" , dijo Michetti.
--¿Y usted cree que una gestión de Cobos, que tiene mala relación dentro del Gobierno, destrabaría algo? --le preguntaron.
--Bueno, tiene la posibilidad de acercarle a la Secretaría de Hacienda nuestra preocupación por este tema --contestó.
De hecho, pocos minutos después de la reunión, Cobos le mandó una nota al jefe de Gabinete, Sergio Massa --distribuida más tarde en fotocopias a la prensa--, para "transmitirle la inquietud" que le dejó Macri.
Michetti dijo que las palabras de Cristina del viernes fueron "una falta de respeto y un agravio absolutamente innecesario", señaló que "no hay diálogo con el Gobierno ni siquiera para temas de gestión interjurisdiccional", y reveló que Macri llamó dos veces por teléfono a Cristina pero ella no lo atendió. En cambio, dijo, "nosotros (por el PRO) nunca quisimos la confrontación". Y "no es conspiración reunirse para tratar de resolver temas concretos de gestión, problemas reales de la gente", agregó la vicejefa de Gobierno.
Eso sí: repitió al menos tres veces que la reunión "no tiene absolutamente nada que ver con acercamientos electorales". Precisamente, la vicejefa fue la vocera en un intento por quitarle el voltaje político que tuvo el encuentro.
Lo que Cobos no recordó (al menos no lo hizo públicamente) es que ayer fue, casualmente, el día de San Mauricio según el santoral católico. A fines del siglo III, Mauricio era el jefe de una legión cristiana en Egipto ajusticiado porque se negó a ofrecer sacrificios a dioses paganos. Decía que sus legionarios "obedecerán a su emperador siempre que su fe no lo impida".
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