Científicos de la Universidad Nacional de Santiago del Estero (Unse) construyeron una máquina en la que utilizan tierra traída desde la provincia de Misiones y que sirve para eliminar el arsénico del agua, lo que ayudaría a muchos santiagueños en la lucha diaria contra el Hidroarsenicismo Crónico Regional Endémico (Hacer).
El Hacre, es una enfermedad producida por el consumo de aguas contaminadas con arsénico. Provoca alteraciones cardíacas, vasculares y neurológicas, repercusiones en el aparato respiratorio y lesiones hepáticas, renales y cutáneas que avanzan progresivamente hasta las neoplasias.
En relación con la elaboración de métodos locales de eliminación de los valores de arsénico en las aguas santiagueñas, el licenciado Ángel Storniolo, investigador de la Facultad de Ciencias Exactas y Tecnologías de la Unse, dijo que “se está trabajando un sistema que está dando resultados positivos en un 97 por ciento”.
Al respecto, remarcó: “Estamos estudiando lo que se llama un método de eliminación del arsénico a través del filtrado del agua con suelos con características especiales que retienen el arenisco y lo excluye del agua. Primero se utilizaron suelos de nuestra provincia, y los resultados no fueron alentadores, pero sí tuvimos muy buenos efectos con tierras de Misiones. En este momento está funcionando en el laboratorio de Hidroqúimica un aparato que hemos creado con fines experimentales para seguir avanzando en las investigaciones”.
Es que la concentración de arsénico en las aguas santiagueñas sigue siendo materia de investigación y preocupación de diferentes dependencias. En tal sentido, Storniolo expresó: “Hemos encontrado lugares con 3,3 miligramos por litro, lo que equivaldría a 3.300 microgramos por litro, si tenemos en cuenta que el valor límite que hoy fija el Código Alimentario Argentino y que está adherido Santiago es de 10 microgramos, hablamos de concentraciones elevadísimas de arsénico en el agua”.
El investigador, que trabaja juntamente con la Dra. Clara López de Pascuali, de la Facultad de Agronomía y Agroindustrias de la Unse, sostuvo que “se está trabajando en territorios provinciales que llegan a contener 5 mil microgramos por litro de agua”.
Por su parte, López de Pascuali, remarcó: “Hicimos un trabajo muy intenso de campo en los departamentos Robles, Banda y parte del Figueroa donde no solamente se han analizado el agua de los pozos sino que también estamos observando el de los canales de riego, ya que estos vienen del embalse de Río Hondo conocido por la contaminación de los últimos años”.
Al respecto, sostuvo que “la situación del arsénico es preocupante sobre todo en las poblaciones rurales dispersas porque normalmente en estas zonas no hay redes de distribuciones de agua”.
Agregó: “Nos encontramos con un grupo importante de gente que consume el agua de pozo o de los canales de riego por eso hemos encontrado muchos problemas de salud afectada”.
Datos salientes
El método que se está probando en la Universidad Nacional tuvo resultados positivos en países como India, Australia y China, por lo que se espera que en breve se utilice profesionalmente en Santiago.
El trabajo conjunto entre las dos Facultades comenzó en el año 1998 e independientemente de los trabajos de investigación se realizan talleres de enseñanza en las comunidades visitadas para adoctrinar sobre generación de agua saludable.
|
|
|