El ochenta por ciento de las aguas negras de San Pedro Sula caen directamente en el río Chamelecón, se mencionó en un foro de recursos hídricos realizado por los Colegios de Ingenieros de la ciudad.
La situación es grave y poco o nada se ha hecho. La ciudad no tiene planta de tratamiento y la contaminación es frecuente.
El tratamiento de aguas residuales le corresponde a la empresa Aguas de San Pedro, como está establecido en el contrato de concesión.
En cumplimiento de esas obligaciones contractuales, ASP elaboró en 2004 un plan maestro de alcantarillado sanitario y lo presentó a la Municipalidad para su revisión.
Dos años después envió solicitudes para seleccionar la terna de candidatos que escogería el consultor que analizará la estructura tarifaria para el tratamiento de las aguas servidas.
El gerente de ASP, Héctor Zúñiga, explicó que la propuesta presentada a la Municipalidad recomienda el uso de lagunas de oxidación para tratar el agua residual, ya que es una tecnología sencilla y los costos de operación son bajos.
Se identificaron tres zonas de construcción: Chotepe, Rivera Hernández y Cofradía.
Pero la dificultad de obtener terrenos por parte de la Municipalidad ha sido el atraso y ASP ha estado obligada a buscar alternativas que demanden un área reducida, bajos costos de inversión, operación y mantenimiento e impacto ambiental menor.
Ya se han buscado tres nuevas tecnologías y todas apuntan a que se instalen plantas de tratamiento, en vez de lagunas de oxidación.
Según el contrato, el próximo año se debería tener el 50 por ciento de cobertura de tratamiento de aguas residuales en la ciudad, pero no se ha logrado.
La concesionaria proyecta que los costos indirectos de tratamiento para las aguas residuales domésticas sean de $72,881,255 millones, pero incluyendo las aguas industriales serán de $76,368,560 millones. Estas tarifas serían trasladadas al usuario y a las industrias.
Tema que se debe retomar
El regidor y comisionado de aguas Roque Pascua explica que en parte la concesionaria tiene razón porque, de acuerdo al contrato, la Municipalidad está obligada a facilitar las tierras para construir lagunas de oxidación.
Pero luego de constantes reuniones entre las partes se ha llegado al acuerdo de que, como las lagunas de oxidación ocupan tanto terreno, lo conveniente es hablar de plantas de tratamiento porque se utiliza menos tierra.
El regidor detalla que el gran problema para otorgar esos predios a Aguas de San Pedro es que la Municipalidad se ha quedado sin tierras ejidales porque la famosa Ley de la Propiedad, en vez de favorecer, afectó a las alcaldías, incluyendo a la de San Pedro Sula, y les quitó el patrimonio municipal, o sea sus ejidos.
"Hoy resulta que toda la persona que acredite ser poseedora o no de un terreno con cualquier documento, aunque lo esté poseyendo en dominio útil, es válido para hacerlo título de dominio pleno".
Esa situación ha dificultado que la Municipalidad recupere y determine en qué lugares se harán las plantas de tratamiento, manifiesta Pascua.
Para el comisionado de aguas, éste debe ser un tema urgente para retomarlo en Corporación Municipal en sesión ordinaria. Hace varios meses que no se realiza una sesión ordinaria, pues las últimas han sido extraordinarias y se han evacuado temas específicos.
El regidor aceptó que están en cero en el tratamiento de aguas negras y residuales y por la situación financiera de la Municipalidad el problema se torna más complicado.
* Aguas residuales. Son materiales derivados de residuos domésticos o de procesos industriales.
* Aguas negras. Tipo de agua contaminada con sustancias fecales y orina, procedentes de desechos orgánicos.
* Aguas servidas. Se conoce con ese nombre a las aguas negras y residuales provenientes del uso doméstico, comercial, industrial o fecal.
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