Mientras se acerca el lanzamiento de la campaña algodonera en la ciudad, los pequeños productores del interior están muy preocupados por la sequía que azota en estos tiempos y que los obliga a pensar en un futuro incierto en materia de producción agrícola e incluso ganadera.
La situación es crítica y casi ya ni se acuerdan cuándo fue la última vez que llovió, pero mantienen la esperanza de tener lluvia hasta el mes de octubre, época clave para el futuro de la siembra.
“El alfa no brota y algunas partes se secan y entonces es más fácil para el gusano que también es un enemigo en los cultivos”, dijo Juan Carlos González, un minifundista de Cañada Escobar.
“Si no llueve hay riesgo de que se pierda todo, hay muchas zonas que dependen del riego y el agua te puede tocar dos a tres veces por año”, indicó preocupado.
Perdió una parte
La situación de Mario García, quien trabaja la tierra en Colonia Argentina, es terrible.
“El zapallo ya se perdió todo, las guías de la batata están muy ultrajadas por la sequía y como si éso fuese poco las heladas tardías. Pero la batata es un poco más dura y aguanta más”, dijo con resignación.
“Pero el problema es que sin agua no brota nada y nosotros los minifundistas no tenemos posibilidades de recurrir a otro tipo de riego”, subrayó.
Sobre el final, Eduardo Jiménez, del Tramo 16 dijo: “En todos lados la sequía está haciendo estragos, lo único que nos queda es esperar las lluvias”.
Mientras tanto, los productores esperan que a través de la Agencia de Desarrollo Regional Banda se les pueda dar, además del crédito para la siembra del algodón, una ayuda de la Nación para hacer frente a la situación.
|
|
|