La falta de lluvias dejó en total vulnerabilidad a los campos del partido de Patagones. Unos 2.000 animales fueron encontrados muertos en los últimos días sobre todo en Stroeder, obligando además, al confinamiento de varias familias que decidieron emigrar en busca de mejores horizontes.
Las demostraciones de bronca e impotencia quedaron estampadas en el ingreso a esta pequeña población de unos 2.000 habitantes. Allí, los productores más quejosos depositaron los vestigios del fenómeno climático que arrasó con sus pastizales y su ganado. A modo de epitafio y en señal de reclamo perfectamente direccionada, con calaveras de vacunos, escribieron las iniciales "C.K", en obvia alusión a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner.
En los días de viento patagónico, la voladura de campos se transforma en moneda corriente, incluso poniendo en peligro la vida de automovilistas que surcan la Ruta Nacional N° 3 entre esta ciudad y Bahía Blanca.
La principal amenaza la había anticipado tiempo atrás el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA). En 1975, unos 1,6 millones de hectáreas estaban ocupadas por piquillines y chañares, pero el horizonte era conseguir mejoras en la ganadería, generándose un desmonte que erosionó los suelos y contribuyó con la sequía. Según el organismo, al 2002 se perdieron casi 750.000 hectáreas.
En lo que va del año llovieron 130 milímetros cuando la media alcanza los 380 milímetros.
Este sector bonaerense se caracteriza por sus cultivos de trigo, y muchos productores invirtieron en esta alternativa a la ganadería; sin embargo también la suerte les resultó esquiva dado que sobre las 180.000 hectáreas con cultivos habituales, se produjo una reducción a 120.000. Se calcula que las pérdidas podrían ser totales en caso de que no haya precipitaciones hasta que comience la cosecha a fines de noviembre.
La preocupación repercutió en las autoridades del partido bonaerense. Su intendente, Ricardo Curetti, pidió una urgente audiencia con la ministra de Asuntos Agrarios, Débora Giorgi, y el titular de la cartera de Interior, Florencio Randazzo. El gobierno nacional aún adeuda una declaración de desastre agropecuario que permita aliviar la gravosa crisis con un diferimiento del Impuesto a las Ganancias ante la venta forzada de hacienda.
El partido de Patagones es el más austral y extenso de la provincia de Buenos Aires con 1,3 millones de hectáreas. La sequía afecta por igual a la localidad norteña de Villalonga como los campos circundantes a esta ciudad.
El secretario de la Asociación Rural de Stroeder, Edgardo Vázquez, contó a "Río Negro" que "estamos viviendo una verdadera catástrofe" estimando un promedio de mortandad por campo de casi 200 bovinos.
Precisó que "el pueblo vive del campo, y los productores están perdiendo su capital porque una vaca que se vende en el Norte a 300 pesos, después sólo se puede reponer a 2.000". El dirigente detalló que "estamos gastando fortunas en forrajes" sin saber "cómo seguiremos".
Otro síntoma del desánimo sobrepasó a la dirigencia rural zonal. Las asociaciones rurales del partido de Patagones suelen compartir con Viedma las exposiciones. Este año estaba previsto realizarla el 24 de octubre próximo, sin embargo, decidieron suspenderla definitivamente; reveló a "Río Negro" el presidente de la entidad maragata, Pedro Eddy. Lo único que queda en pie es un remate de reproductores de pedigree de la cabaña Las Tres Marías.
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