Los trabajadores hacían todo lo posible por reparar la tubería que abastece de agua potable a todo el municipio, que fue dañada por la maquinaria que reforzaba la protección de la planta propiedad del secretario estatal, Héctor Fernández.
Los más de 100 mil habitantes de este municipio se quedaron sin agua potable porque la maquinaria pesada rompió la tubería de 16 pulgadas que abastece la red general. Las máquinas provocaron este daño cuando reforzaban los bordos de protección de la planta despepitadora Llummus, que es propiedad del secretario de Fomento Agropecuario, Héctor Fernández Aguirre.
Gerardo Bilbao Marcos, gerente del Sistema Municipal de Agua y Saneamiento (Simas), informó que el daño fue provocado a las 6 de la mañana, a un costado de la carretera a San Pedro, entre la Residencia Juvenil y el entronque a San Ignacio.
El funcionario agregó que sus trabajadores trabajan a marchas forzadas para reparar el daño, porque estiman que el agua que se desbordó del río Nazas a la altura del ejido San Francisco llegará a este punto a las 9 de la noche y si para entonces no han reconectado la línea, tendrán muchas dificultades para restablecer el servicio porque la zona estará llena de agua.
“La maquinaria que reforzaba el bordo provocó un desperfecto en una de las líneas de 16 pulgadas que conducen el agua potable y tienen todo parado desde Santo Niño hasta San Pedro”, dijo.
Bilbao Marcos informó que tenían muchas dificultades para reparar el daño, porque no habían conseguido el tubo de asbesto de 16 pulgadas, buscaron el apoyo de Gómez Palacio, Tlahualilo y Torreón, ayer a las 14:00 horas esperaban que llegara un tubo que envió Simas Torreón para ver si lo podían instalar, porque no es exactamente igual al que rompieron.
Desde que se presentó el desperfecto el Simas tuvo que parar los pozos que tiene en el Municipio de Francisco I. Madero y a las pocas horas se vaciaron las líneas del agua potable, provocando la molestia de los usuarios, quienes externaron su malestar cuando se informó cuál era la causa del problema.
“No ha venido a ayudarnos, ni siquiera se ha parado para ver los daños que tienen los cultivos y ya nos pasó a fregar más, él está interesado en proteger su despepitadora y no le interesa lo que nos pase, pero Dios es justo y por eso se le va a inundar su planta”, dijo una habitante del ejido Presa de Guadalupe.
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