La fuerza de la naturaleza no cesa de aplastar a muchas comunidades tras el paso de la onda tropical y esta vez dejó desolación en varias casas en el barrio Lizas de este municipio.
El río Maunatabón se salió de su cauce con tal fuerza que destruyó todo lo que estaba a su paso incluyendo la casa y el rancho de la familia León.
"No esperábamos que esto sucediera porque llevo 28 años viviendo aquí y nunca el río se había salido de esta forma ni siquiera para los huracanes", dijo José A. León, uno de los perjudicados por la inundación.
Tras un recorrido de este diario se observó muchos escombros por todas partes y la correntía del río había dejado su rastro al marcar a cinco pies de altura en un pedazo pequeño de verja que sobrevivió el embate.
"Todo pasó de repente y no tuvimos tiempo de sacar nuestras pertenencias. Una yegua que había dado a luz recientemente y una vaca las perdí ahogadas además de todos los enseres, maquinarias para cortar la grama y dos carros", señaló León.
Por su parte, Zorahimed León, una de las hijas de José se mostró esperanzada pese a perder sus pertenencias pues aseguró que lo más importante es que aún tiene vida.
"Como dice el refrán: a mal tiempo buena cara y lo que importa es que estamos vivos", indicó la joven.
El barrio Matuya Bajo también se afectó seriamente por el paso de la onda luego de que el puente que los comunica con la ciudad colapsó.
Personal del municipio trabajaba con maquinaria pesada echando arena para tratar de crear un paso para los residentes.
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