El presidente de la empresa Álcalis de la Patagonia (ALPAT), Fabián De Sousa, afirmó que su compañía no ha solicitado a ningún organismo rionegrino la posibilidad de volcar los efluentes industriales al mar, en San Antonio Oeste, y aseguró que se busca “tener el menor impacto ambiental” en la zona.
“La compañía no ha solicitado, bajo ninguna circunstancia, salir a lanzar sus efluentes al mar y ha puesto a disposición toda su estructura técnica y voluntad para seguir evaluando cada una de las etapas que desarrolla y ser eficiente y competitiva en el mundo para que las cuestiones ambientales sigan siendo las de menor impacto en la región”, dijo a ADN después de reunirse hoy durante poco más de una hora y media con legisladores de distintos bloques.
De la producción reafirmó que se producen 250.000 toneladas anuales y que para el año 2011 están previstas alcanzar 330.000 en el mismo período.
Consultado acerca de la cantidad de personal que tiene ALPAT, De Sousa enumeró que entre técnicos de operaciones, canteras, salinas y logística del transporte de la materia prima (sal y caliza) suman 790 trabajadores directos, a lo que se suman pequeñas y medianas empresas de San Antonio Oeste prestadoras de servicios, transporte y mantenimiento y proveedores de la zona, que totalizan 1.200 personas.
El empresario detalló, además que en sueldos -promedio 4.000 pesos- ALPAT introduce cinco millones de pesos por mes y en cuanto a inversiones anunció que llegarán a 120 millones de dólares durante los próximos tres años para la ampliación de la planta.
“Es voluntad de la compañía mejorar los procesos de producción, porque nos permite ir a la vanguardia tecnológica y, también, analizar y optimizar los procesos. Debemos pensar que podemos seguir creciendo y abastecer no solo al mercado nacional, sino al MERCOSUR y plantear que dentro de lo ambiental hay cosas superadoras de las decisiones ya tomadas, dentro de los ámbitos que corresponden”, dijo el joven empresario.
Durante la reunión con legisladores, De Sousa habló de fortalezas y debilidades de ALPAT, remarcó que”tirar agua al mar no genera ningún tipo de beneficio económico”, explicó que “no hubo ninguna comunicación” empresarial sobre un posible vertido de efluentes al mar y graficó que”queremos dormir tranquilos y que no nos golpeen la puerta porque hicimos algo malo”.
Después, mantuvo el criterio de “abrir las puertas” de Álcalis de la Patagonia a todos los sectores de la comunidad rionegrina, porque “este proceso industrial no tiene nada que esconder”.
Foto: Archivo Programa Infoambiente
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