La Argentina atraviesa la peor sequía de los últimos cien años con daños irreparablesen agricultura y ganadería en las principales provincias productoras. Hasta el momento ni el gobierno ni las empresas privadas pueden calcular el total de las pérdidas, aunque desde el sector aseguran que serán millonarias. Buenos Aires, Santa Fe, Entre Ríos, Córdoba, La Pampa, Chaco, Tucumán, Santiago del Estero y Río Negro son las provincias más complicadas.
Frente a este escenario el gobierno dictó una ley de emergencia agropecuaria por la que se prorrogó el pago de impuestos para los productores afectados por la sequía y destinó fondos de ayuda por $ 25 millones. Sin embargo los productores aseguran que «esa cifra es una burla».
Por su parte, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires calculó una caída de 18% en la actual área sembrada de trigo, respecto de la anterior, y estimó una merma de 25% en la producción del grano, del cual la Argentina es el cuarto exportador mundial. En tanto, señaló que la siembra de maíz se redujo 15% como consecuencia de la sequía.
No obstante, la siembra de soja, que se inicia en octubre, podrá verse favorecida si llueve, porque los productores contarán con un área adicional para su plantío de aproximadamente 1,5 millón de hectáreas, debido a la reducción de las destinadas a maíz y trigo.
«No todo irá a la soja, pero calculamos que si llueve en las próximas semanas, los productores sembrarán soja en al menos un millón de hectáreas que fueron desaprovechadas para trigo y maíz», señaló Eduardo Anchubidart, jefe de estimaciones agrícolas de la entidad.
De confirmarse el vaticinio, el área sembrada con soja llegará a 17,9 millones de hectáreas, que de mantenerse los rendimientos de la cosecha anterior significarán una producción récord de 50 millones de toneladas de la oleaginosa.
Expertos en clima coinciden en que a partir de fines de la próxima semana empezarían a registrarse lluvias, aunque insuficientes para satisfacerlas necesidades hídricas del suelo para los cultivos.
En la provincia de Chaco, en tanto, el gobierno confirmó que la reparación de la situación agraria llevará unos cinco años y calculó que las pérdidas oscilarán en unos $ 650 millones. El subsecretario de Producción Agropecuaria provincial, Hernán Brunswig, manifestó que la escasez de agua ya provocó la muerte de 87.000 cabezas de ganado.
El titular de la Sociedad Rural de Villa Angela, provincia de Chaco, Gustavo Porro, dijo que «el problema viene de hace unos años, y cada vez se agrava más. Hace siete meses que no tenemos lluvias de importancia. Hubo precipitaciones, pero no alcanzaron para acumular agua y hacer reserva. Hace unos días hubo una lluvia de 30 milímetros, que nos dio un alivio, pero no soluciona el tema de fondo».
Agravamiento
«La media del año son 1.200 milímetros y nosotros hasta ahora tenemos alrededor de 300 o 400. Este problema viene agravándose desde hace unos años. No tenemos agua», agregó el dirigente según publicó el portal www.datachaco.com.
El panorama es similar en La Pampa, donde los datos oficiales aseguran que el campo atraviesa por el peor momento de seca en sus últimos cuarenta años.
A su vez, los productores critican al gobierno al asegurar que los montos que otorgan por emergencia agropecuaria no alcanzan para paliar las pérdidas tanto en agricultura -con menores rindes- como en ganadería -con menos cantidad de stock vacuno-.
El gobierno santafesino anunció que otorgará $ 40 millones adicionales a los fondos de ayuda que ya destinó a productores en emergencia, por unos $ 25 millones.
«Sólo en Santa Fe, donde está afectado 72% del territorio provincial, calculamos pérdidas por $ 1.700 millones que ni se acercan a los montos que maneja el gobierno», dijo Omar Barchetta, dirigente de la Federación Agraria. |
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