Autoridades del municipio de Limón lanzaron un llamado de emergencia al titular de la Secretaría de Obras Públicas, Transporte y Vivienda Soptravi, José Rosario Bonano, para que brinde respuestas por posibles desbordamientos del río Salado.
La petición fue hecha por parte del alcalde Glen Ávila, quien teme que si no se hacen trabajos a tiempo oportuno podrían presentarse serios problemas en el centro de la comunidad.
El funcionario fue claro al adelantar que si se cumplen los pronósticos de meteorología con relación al volumen de agua que se espera, sin duda los habitantes correrían mucho riesgo.
“Estamos a la puertas del invierno; este punto del cual hablamos, que consta de unos 40 metros de largo, ha sido afectado mes a mes. Antes este espacio en el cual estamos, que es la desembocadura del río Salado, era mucho más amplio, ahora hay un tramo de más de 100 metros frente al mar que han sido socavado por las aguas y estamos muy cerca de una carretera que pasa por el sitio, por lo que debemos realizar acciones de protección”, aseveró.
Inversiones
“Por ahora, con fondos municipales Copeco Cosude, un ente cooperante, se van a adquirir piedras y gaviones para proteger una parte de los bordos de contención”, dijo.
“Haremos una inversión de 500 mil lempiras con fondos propios de los tributos del pueblo, pero eso no cubre todo el espacio, por lo cual hacemos el llamado al ministro de Soptravi, José Rosario Bonano, para que nos responda ante esta dura situación, antes de que sea muy tarde”, sostuvo.
El regidor Miguel Ángel Amaya señaló que es oportuno que se atienda a los municipios ubicados en partes lejanas de las principales ciudades y departamentos, pues son miles las personas que están en riesgo. “Los puntos norte y sur son amenazados por los ríos Salado y Limón, que tememos puedan afectar a nuestros ciudadanos”, dijo.
Ya se observan daños en algunas viviendas situadas a orillas del río Limón, algunas familias serán reubicadas para evitar que corran peligro con la llegada de las lluvias.
“Hago el llamado al Gobierno ya que Limón es un pueblo turístico en alerta por esta situación. Si nosotros medimos en metros, podemos decir que cada día el agua está afectando metros y metros, de manera que cuando se reaccione, las aguas estarán en la comunidad”, indicó.
Los pobladores no están ajenos a lo que pasa y entienden que si no se realizan los esfuerzos necesarios, las consecuencias podrían ser terribles.
“Limón es parte de Honduras, el Gobierno debe decir presente; va a pasar como en el Aguán, en donde el río dañó muchas viviendas y cambió la forma de vida de los pobladores”, expresó José Guillén, vecino de la localidad.
Se espera que el invierno llegue en octubre, con lluvias que afectarán la costa norte del país en cantidades altas con relación a otros años. Esto tiene sumamente preocupados a los moradores del referido municipio, que claman por prontas respuestas antes de que sea muy tarde.
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