La presencia del arsénico en algunos sectores de la provincia de La Pampa es bien conocida por los hidrogeólogos. Pero no es un hecho para dramatizar ni lanzar campañas que asusten a la población. Una perforación puede tener mucho arsénico, pero la de al lado nada.
"En La Pampa no hay ningún antecedente de cáncer producido por arsénico". Con esta definición, el doctor Carlos Schulz salió al cruce de unas recientes manifestaciones que han sembrado un nivel de dudas generalizado sobre el agua subterránea que consumen miles de pampeanos. Un pozo puede tener un alto nivel de arsénico, pero uno cercano, o quizá una napa más profunda, no presentar indicios de ese elemento.
Schulz, docente de la Universidad Nacional de La Pampa en cátedras relacionadas con el agua, recordó que para los hidrogeólogos pampeanos la presencia de arsénico en algunos sectores de la provincia no es ninguna novedad. Por el contrario, es un fenómeno bien conocido -aunque no muy bien entendido aún- y de hecho existen mapas y bases de datos sobre la presencia de este elemento en las aguas subterráneas.
"Por eso, llama la atención que ahora se lance una campaña para recolectar muestras de agua y después hacer un mapa del arsénico en la provincia", señaló Schulz, en referencia a una campaña que días atrás lanzó una organización ambientalista de la provincia. Se trata de la asociación Alihuén, que llamó a todas las personas a recolectar agua de sus pueblos y después enviárselas a la entidad para hacerlas analizar. La campaña tiene un fuerte componente atemorizante ya que plantea un manto de duda sobre la calidad del agua que se consume en cada hogar.
"En primer lugar, los datos tienen que ser confiables, bien tomados", remarcó Schulz. "No cualquier persona puede tomar una muestra de agua y que sea una muestra confiable si no sabe o no está interiorizada de cómo sacarla", explicó. A ello hay que sumar que el laboratorio donde se hagan los análisis "debe ser confiable".
"Ya hay bases de datos, hay un conocimiento bastante pormenorizado de la realidad de la presencia del arsénico en las aguas subterráneas de La Pampa y esto es conocido por gran parte de los hidrogeólogos que trabajan en el tema agua. No es un misterio ni una verdad revelada", aclaró.
El problema es que la presencia del arsénico es difícil de definir, entonces las personas que no tienen un buen conocimiento "tienden a dramatizar y a decir que hay arsénico en todos lados", lo que no es cierto.
"Yo doy el siguiente ejemplo -relató Schulz: Si en la provincia de La Pampa tenemos 50.000 personas rubias desperdigados por la provincia, vos no podés decir que en La Pampa son todos rubios. En algún lugar habrá 3 ó 4 juntos, pero en otro no habrá ninguno".
Lo mismo sucede con el arsénico. El hecho de que una perforación tenga agua con alto porcentaje no significa que todos los pozos de la zona estén en la misma situación. Por eso, una primera solución para evitar el problema es bien sencilla. "Cuando se detecta que el agua de una perforación tiene mucho arsénico, se la deja de usar y listo".
Una perforación más cercana puede tener un contenido insignificante de arsénico. O incluso esa misma perforación, pero en una napa más profunda, puede arrojar agua de mejor calidad. "Esto es algo muy habitual y los hidrogeólogos lo saben bien".
"Hay que desdramatizar el tema" y no hacer manifestaciones que puedan generar temores innecesarios, aconsejó.
Además, Schulz recordó que en el Congreso sobre Arsénico realizado en Santa Rosa en el mes de mayo de este año, el responsable del Registro de Tumores de La Pampa sostuvo que hasta el momento no se ha identificado ningún caso de cáncer generado por la ingestión continuada de arsénico.
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