El Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), de Colonia Benítez, presentó hace unas semanas en LA NACION Ganadera Norte soluciones para hacerle frente a la sequía, en años de emergencia como el actual. El sistema que propone el INTA consiste en alimentar con suplementos energético-proteicos y vender la recría, para nutrir solamente a las vacas preñadas y paridas, y el ternero recién destetado.
La propuesta se basa en un esquema de manejo del rodeo de cría para los períodos excepcionalmente faltos de lluvias, como el que transcurre este año, en el cual, en buena parte del nordeste argentino, el aporte hídrico está un 70 por ciento por debajo del promedio anual y en muchas zonas, bastante menos.
La presentación del proyecto la hizo el ingeniero agrónomo César Daniel Kucseva, en una de las charlas técnicas de la muestra, que se hizo en el predio de la Sociedad Rural de Chaco, en la localidad de Margarita Belén.
"La idea es que el animal sobreviva hasta el período de las lluvias", afirmó el Kucseva. Se brindaron tres recomendaciones principales: desprenderse de una parte de la hacienda para alimentar mejor al resto, el destete precoz y suplementar con subproductos industriales.
"Hay que pensar que no es una condición de manejo normal. Estamos con campos muy secos. Este es un manejo para años que no son normales, años de emergencia", aclaró.
Para Kucseva, la primera recomendación es "tratar de vender todo animal que produzca un gasto y que no vaya a ser un animal de buena rentabilidad en el momento de salir de esta crisis". Este sería el caso del macho de recría o de la vaca de invernada.
La decisión pasa por alimentar al rodeo de cría, considerado la fábrica de producción de la zona: la vaca preñada, la parida y el ternero recién destetado.
"Si es posible, hay que tratar de sacarle a la vaca el ternero que tiene entre 15 y 60 días para hacer un manejo separado y correcto de cada categoría", señaló Kucseva.
En cuanto a la suplementación, Kucseva sugirió utilizar una alimentación energético-proteica, con maíz, afrecho de trigo o semillas de algodón, con preferencia por esta última. "Es un producto de nuestra zona que tiene la ventaja de que su energía proviene del aceite", señaló.
"Una tecnología que hemos probado y que resulta bastante aceptable es darles de comer a los animales 3 veces por semana (lunes, miércoles y viernes o martes, jueves y sábado) la misma cantidad de alimento", dijo Kucseva. "Por ejemplo, semillas de algodón, que es lo que más nos gusta para ser este tipo de trabajo", agregó.
Kucseva aclaró que la suplementación no implica un gasto mayor en la inversión final. "Si bien el esquema económico cambia por lo que se gasta en darle alimento a la vaca, se produce también una disminución del costo en alrededor del 60 por ciento, porque hay que tener en cuenta el costo de personal, de amortización de la maquinaria, y de gasto de combustible, que llevaría trasladar a pastizales de otras zonas."
Según un informe de la Secretaría de Planificación provincial, el déficit hídrico de la zona central y oeste del Chaco alcanza a los 600 milímetros, que se deben sumar a los 1000 milímetros anuales menos que llovieron en 2007. El 23% del territorio chaqueño está afectado por la falta de lluvias extremas, sin precipitaciones importantes en los últimos siete meses.
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