Entre los pequeños arbustos se escucha el aleteo de un cuervo. Rápidamente, se escucha el mugido de un ternerito, flaco, haciendo esfuerzos para llegar a donde hay una pequeña aguada.
La sequía, que es histórica en la zona, sólo registra los antecedentes de lo ocurrido en 1939, según los pobladores más antiguos, golpea tanto a los pequeños y medianos productores de casi toda la provincia del Chaco, y afecta no sólo al centrochaqueño, sino al sudoeste, y al oeste, y también al norte, allí donde hasta no hace mucho había inundaciones.
La situación es crítica por donde se la mire. Tanto para las poblaciones urbanas donde hay algunos intendentes que optaron por no seguir regando las calles y priorizar sólo el acarreo de agua para uso de las instituciones. Y en el campo, “el paisaje que tenemos es de desolación, porque el golpe por la falta de lluvias ha sido muy fuerte”, definía ante este diario Carlos Robledo, presidente de la Federación Chaqueña de Asociaciones Rurales.
El golpe más duro es para la ganadería, ya que en el sudoeste se perdieron unas 100 mil cabezas, entre animales muertos y hacienda que fue sacada a otras provincias, y para colmo de males, los técnicos dicen que llevará entre 4 y 5 años revertir esta crisis porque a la mortandad de hacienda se suma el bajo pesaje de los animales, ‘que se traducirá en una merma de entre el 30 y 40 por ciento de preñez para el año que viene.
La situación de los cultivos
Las colonias y parajes ubicadas al norte de Sáenz Peña y de Quitilipi, sufren el embate de la falta de lluvias que lleva varios meses, ya que sólo cayeron unos cinco milímetros la semana pasada.
En cuanto a la agricultura, la persistente sequía de este año hizo caer en más del 50% la intención original de siembra del girasol, y en forma paralela, crecen las expectativas para que esos lotes que no se cubran con esta oleaginosa, se destinen para el cultivo del algodón, siempre y cuando se registren lluvias importantes para octubre.
De acuerdo con el censo que se realizó este año a través de las delegaciones del Ministerio de Producción de la Provincia, la intención de siembra de algodón en la zona rural de Sáenz Peña es de 9424 hectáreas.
Pero se estima también que esta proyección puede ir en aumento en tanto transcurre la época ideal para la siembra del girasol y la falta de lluvias condiciona a este cultivo. Y si se regularizan las lluvias para el mes de octubre, tal como anuncian los pronosticadores del clima, justo cuando se tiene que iniciar la campaña del algodón.
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