Algunas personas desconocen que existen normativas y recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud que establecen claramente cuales son los parámetros que deben tenerse en cuenta en los controles de la calidad de las aguas subterráneas y superficiales. Fundamentalmente desconocen que los análisis químicos de las aguas deben llevarse a cabo en organismos que estén oficialmente acreditados como "laboratorios de ensayos de acuerdo a la norma ISO 17.025 para las áreas de microbiología y físico-química en los estudios de agua potable y fuentes de captación". Estos laboratorios acreditados oficialmente, con la más alta capacidad de precisión aseguran que la calidad y la confiabilidad de los datos cumplan con los requisitos y la seriedad que se exige a nivel internacional. Los desarrollos tecnológicos y los estrictos protocolos de trabajos que se aplican en ellos permiten detectar con seguridad numerosos elementos peligrosos que en otros casos pasan totalmente desapercibidos.
Como ingeniero de Minas he remitido muestras de aguas a organismos establecidos en Chile para poder realizar esos análisis ya que en Argentina no existían laboratorios oficialmente acreditados de acuerdo a la norma ISO 17.025. Los niveles guía establecidos en las normativas vigentes para los controles de aguas para bebida humana, irrigación y protección de la vida acuática en agua dulce superficial exigen que se determinen en forma cualitativa y cuantitativa varios parámetros específicos y entre ellos una numerosa cantidad de metales pesados, algunos de los cuales están catalogados como altamente cancerígenos.
La generación de aguas ácidas contaminadas con metales pesados por lixiviación de materiales rocosos triturados, nos obliga a que esos controles y análisis químicos sistemáticos de aguas superficiales y subterráneas, se lleven a cabo en forma muy rigurosa. Los controles de arroyos, ríos, vegas y lagunas de las cuencas hídricas empleando estas metodologías de análisis químicos sistemáticos, nos obligan a disponer y destinar en forma ininterrumpida varios miles de dólares mensuales, lo que muchos organismos, instituciones y municipios no están en condiciones de afrontar. Por lo tanto, los ciudadanos y las organizaciones que tienen dudas sobre la calidad de las aguas deberían exigir a las autoridades respectivas la publicación mensual de todos los análisis químicos de los laboratorios de ensayos acreditados de acuerdo a las normas ISO 17.025, como medida preventiva de la Salud Pública.
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