Al margen de las intermitentes lluvias y lloviznas que cayeron desde el sábado a la noche en la ciudad, el pronóstico avizora que la sequía continuará al menos unos días más. A pesar de que hoy la semana puede empezar con lluvias, desde la estación meteorológica adelantaron mejoras hacia la tarde y nubosidad variable que persistirá hasta el miércoles con temperaturas entre 11 y 28 grados.
En el marco de la crítica sequía que vive la provincia, los casi 7 milímetros de agua caídos en Rosario desde las 23.15 del sábado hasta la noche de ayer trajeron más preocupación todavía. Muchos creyeron ver en los relámpagos que se encendían en el horizonte el preludio de un potente aguacero que apagaría los incendios de pastizales y mitigaría en parte las ya millonarias pérdidas que la falta de agua provoca en el sector rural.
Pero no fue más que una ilusión óptica. Una humilde lluvia se precipitó en cómodas cuotas hasta las 4 de la madrugada de ayer, con repeticiones entre las 4.30 y las 7, y de 7.50 a 9.50. Hasta entonces la suma daba 6,5 milímetros.
Hacia la tardecita se sintieron más chaparrones y el servicio meteorológico daba cuenta de la posibilidad de lluvias y lloviznas hasta el mediodía de hoy.
A diferencia de lo pronosticado para el fin de semana, el parte para hoy no prevé tormentas y avizora mejoras hacia la noche, con una máxima de 27 grados y una mínima de 18. Para mañana, se prevé un día nublado con temperaturas de entre 14 y 25 grados.
Un pronóstico similar se espera para el miércoles, con nubosidad variable a la mañana y una tarde nublada.
De mantenerse estas condiciones meteorológicas, la sequía seguirá cometiendo estragos. Especialmente en los departamentos del norte, donde las lluvias y chaparrones pronosticados para el fin de semana no pasaron de amagues con no más de 2 milímetros.
La sequía afecta a más del 70 por ciento del territorio provincial, que ya tiene más de la mitad de su superficie declarada en emergencia. Las pérdidas se estiman en cerca de 2.000 millones de pesos.
En este marco, el gobierno de Hermes Binner decidió destinar 40 millones de pesos del Fondo Anticíclico para paliar la situación —hasta el momento se habían aportado 25 millones—, aunque se cree que el Estado necesitará más fondos para seguir asistiendo.
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