En los primeros días de noviembre arribarán a Santiago del Estero técnicos de la consultora JMB, contratada por el gobierno tucumano, que presentaron días pasados en Tucumán un estudio sobre el comportamiento de la cuenca Salí-Dulce, ante la recepción de contaminantes. El director de Medio Ambiente de la Provincia, Juan Carlos Targa, quien estuvo en esa presentación, remarcó que es “un trabajo innovador”, ya que es “un modelo matemático”.
“Si bien es un informe que se realizó hace cuatro años, es muy útil ahora, ya que es una base de datos que se puede actualizar con los valores actuales y se puede observar cómo se comportará el embalse de Río Hondo”, remarcó el funcionario provincial en diálogo con Nuevo Diario.
Al especificar sobre este sistema lo comparó con “una caja negra de PC que la alimentas con datos, se observa el comportamiento y de esa forma brinda las herramientas para tomar decisiones” más acertadas. Inclusive detalló que “los cambios de valores se pueden realizar a mano”.
“Realmente era un estudio que no se había dado a conocer nunca, no sabemos por qué, pero es muy importante tenerlo ahora y avanzar en ese sentido”, indicó.
“Fue una presentación interesante, por eso los hemos invitado para que en el marco de las reuniones del Comité de Cuenca hagan la presentación en nuestra provincia”, manifestó.
Contaminación
Targa indicó que no hubo datos nuevos de la contaminación, ya que se conoce la realidad de la cuenca y el embalse de Río Hondo. Oportunidad en que se dijo que no sólo los efluentes de las industrias tucumanas son las culpables de la situación ambiental, sino también los agroquímicos, los cuales tienen una gravitación muy importante, casi similar al que generan las industrias. Además, dijo Targa, también se deben tener en cuenta los líquidos cloacales.
“También es necesario centrarse en la realización de plantas para tratamientos cloacales y detectar los agroquímicos que se agregan”, agregó.
Merma en el ingreso
El funcionario provincial no dudó en enfatizar que durante este año no “hubo problemas”, porque “pensamos que el ingreso de contaminantes en la cuenca Salí-Dulce ha mermado algo”, pero “debemos trabajar aún más”, porque no han bajado “las variables”.
Esto quiere decir que la contaminación sigue siendo un peligro, ya que existen algas, nitrógeno y fósforo, entre otros. Por eso “no solamente estamos focalizados en atacar la vinaza y cachaza, sino en desagües cloacales y fertilizantes” y en “eso trabajamos”.
Foto: Archivo Programa Infoambiente |
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