Un basural a cielo abierto provoca problemas a las siete familias que viven al otro lado del cauce aluvional en La Salada. Animales muertos y residuos patógenos convierten el lugar en una zona de peligro.
El basural a cielo abierto se emplaza sobre la ribera y el cauce aluvional, situado a unos seis kilómetros de la villa cabecera del departamento, en La Salada. En época de lluvias las aguas corren y arrastran los desechos hasta el río Tunuyán.
A diario varias personas transitan por ese sector, entre ellas niños que concurren a la escuela y para hacerlo deben pasar a pie por la huella que sortea los residuos de todo tipo que además de opacar el paisaje lo convierten en un verdadero foco de infección.
Pero no son esos los únicos problemas que nacen a la vera de la basura, sino que las familias que residen a un kilómetro de ese sitio no cuentan con servicio de transporte debido a que nadie quiere entrar a esa zona de chacras porque deben, sí o sí, pasar por el basural.
Según señalaron tres amas de casa las trafic para que los chicos vayan a la escuela los esperan del otro lado del cauce, por lo que deben penetrar a diario en el corazón del vertedero.
Por otra parte los fleteros se niegan a viajar hasta sus domicilios y argumentan que ir por ese lugar implica pinchaduras de cubiertas. “Algunos vienen pero por recorrer ocho kilómetros nos cobran treinta pesos y es muy caro”, le contó una joven madre a Diario UNO.
Un peligro
Residuos de todo tipo se hallan regados en medio del cauce seco y la ribera. Animales muertos, desechos provenientes del agro y la industria, autopartes, domiciliarios y, lo peor de todo, patógenos: entre ellos jeringas y bolsas de anos contranatura, se dejan ver junto a la huella que conduce a una zona de precarias viviendas y plantaciones de ajo, cebolla y zanahorias.
Consultado al respecto el intendente, Jorge Difonso (PD), explicó que el tema del cauce aluvional es competencia del Departamento General de Irrigación (DGI) y la Dirección de Hidráulica. “En 60 años somos la primera gestión que ha suspendido el vertido de residuos en basurales a cielo abierto”.
Cuatro denuncias a la Comuna
El propietario de un campo lindero al basural radicó cuatro denuncias contra la Municipalidad de San Carlos.
Eduardo Fabián Vega asegura que en el campo que compró el pasado 19 de junio la Comuna local intentó verter residuos.
Por otra parte señaló que “la Comuna recibió de la Provincia $500.000 para terminar con los basurales a cielo abierto y no hizo nada”.
Respuestas
El intendente, Jorge Difonso, desmintió rotundamente las acusaciones de Vega y destacó que “en 60 años somos la primera gestión que ha suspendido el vertido de residuos en basurales a cielo abierto”.
Respecto del medio millón de pesos del que habla Vega: “Ese dinero no tuvo como destino la Municipalidad de San Carlos. Fue recibido por la planta de tratamiento de residuos sólidos urbanos del Valle de Uco (Coince), ubicada en Capiz, para los gastos de obra”.
Por su parte el gerente general de operaciones del Coince, Fabio Rey, explicó “que tal como lo adelantó en su momento el secretario de Medio Ambiente de la provincia Guillermo Carmona, se van a erradicar todos los basurales y microbasurales a cielo abierto por más que estén dentro de campos privados.
Para tal fin vamos a realizar un relevamiento. Los $500 mil llegaron al Coince para esto y los trabajos de obra en la planta”, subrayó Rey.
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