La representación paraguaya la integrarán el ministro de Obras Públicas, Efraín Alegre; el viceministro de Obras, Samuel González; el legislador por el Parlasur y asesor presidencial de asuntos energéticos, Ricardo Canese; el abogado Hugo Ruiz Díaz y el economista Gustavo Codas.
Brasil estará representado por el ministro de Minas y Energía, Edison Lobão; el director financiero de Eletrobrás, Astrogildo Fraguglia Quental, y el director general brasileño de Itaipú, Jorge Samek.
Los puntos reclamados por Paraguay serán en principio el eje del temario a abordar, si bien extraoficialmente se ha adelantado la posibilidad de que el gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva presente una contraoferta basada principalmente en el aumento de las compensaciones, de modo a evitar modificación alguna del Tratado de Itaipú, que sienta las bases de que dieron pie a lo que Paraguay reputa un trato desigual en beneficio de su contraparte.
En declaraciones a La Nación, Canese, principal referente por Paraguay en la mesa negociadora, admitió que “si alguien cree que recuperar la soberanía hidroeléctrica es fácil, no es así, sabemos que es difícil, pero vamos a plantearlo con firmeza y diplomacia”.
Dijo contar “con sólidos argumentos”, a pesar de que del lado brasileño se hayan objetado los datos en los que se fundamenta el reclamo. Sostuvo también la predisposición paraguaya a “recibir y también discutir” la eventual contraoferta brasileña.
Reiteró la justicia y la legalidad de los seis puntos en que constan las reivindicaciones paraguayas que habían sido enunciados por el enviado especial de Lula da Silva, Marco Aurelio García, en julio pasado, temario ya acordado entre los propios mandatarios, en la reunión realizada el pasado 17 de setiembre en Brasilia.
“En la cumbre presidencial aceptaron los seis puntos y ahora los vamos a desarrollar, a fundamentar, buscar convencerles sobre lo correcto, sobre lo que le conviene a Itaipú; no esperamos respuesta inmediata; porque seguro van a pedir tiempo para analizar, por lo que iremos con expectativa moderada”, señaló Canese.
“Indudablemente quizás el Brasil va a conceder algunos puntos como la co-administración , que inclusive ya fue concedido por el Poder Ejecutivo brasileño en el ’95 pero que no se concretó y ahora nuevamente se comprometen”, señaló el coordinador de la negociación por el lado paraguayo en la entidad binacional.
Bandera electoral de Lugo
La renegociación del Tratado de Itaipú fue una de las banderas electorales de Fernando Lugo, previo a las elecciones generales ganadas por él, el 20 de abril último.
Pese a que el Gobierno brasileño anunció que no admitirá la renegociación, accedió ahora discutir las reivindicaciones planteadas por Paraguay, referidas esencialmente a la administración igualitaria de la hidroeléctrica, además del uso y comercialización de la energía.
Esta apertura del Brasil permite a Lugo empezar a buscar el cumplimiento de sus promesas electorales en materia de política energética, en la que están también los reclamos a la Argentina sobre la represa de Yacyretá.
“Ya hemos conseguido dos puntos”, dijo Mateo Balmelli
“Ya hemos conseguido dos puntos de los seis que el Paraguay reclama al Brasil”, afirmó el director paraguayo de Itaipú, Carlos Mateo Balmelli, desde San Pablo, Brasil, informó ayer la Asesoría de Comunicación Social de la entidad. Señaló que dichos puntos son “la cogestión plena o alternancia en la administración de las direcciones técnicas y financieras, y la fiscalización binacional por la Contraloría y demás órganos de control”.
Mateo calificó de “histórica” la “reunión del 1 de agosto en el local de la Alianza con el presidente de la República, Fernando Lugo, acompañado de Marco Aurelio García y el embajador brasileño Valter Pecly”, ya que “marcó el comienzo de la búsqueda de las reivindicaciones para el Paraguay que hoy ya lo estamos logrando”. En esa oportunidad, el Gobierno nacional presentó a los representantes brasileños los seis puntos que Paraguay reclama con respecto a las modificaciones del Tratado de Itaipú.
“Brasil debe entender que nuestro país está hablando ahora en serio. Brasil percibe que nuestras intenciones son legítimas, y creo que entienden que todas estas reformas administrativas que estamos implementando dentro de la Itaipú, además de tener el propósito de sanear el organismo, de hacerlo más eficaz y eficiente, son demostraciones claras de cambio, nuestra intención es instalar una verdadera política energética de integración”, apuntó.
Mateo Balmelli manifestó que la posibilidad de que la Ande pueda vender el excedente energético a empresas brasileñas puede ser otro avance importante.
“Entiendo que el cambio actitudinal que le dimos a esta nueva administración ha sido interpretado por nuestros socios brasileños, existe la voluntad política por parte nuestra de seguir avanzando, de seguir construyendo confianza y lo vamos a lograr, eso va a ser un logro de este Gobierno. Estamos confiados y ninguna presión política de ninguna laya va poder detener la búsqueda de las reivindicaciones que son reparaciones históricas para el Paraguay”, aseveró.
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