Cuando presagiaba un buen cambio de clima, todo terminó siendo una exhibición más de una fuerte tormenta eléctrica que amenazó a la Capital del Norte entre las 22 del domingo y las 4 de ayer, registrándose la cifra mínima de 5 milímetros de lluvias, al igual que lo registrado en la vecina localidad de Miraflores, mientras que unos 30 milímetros llovía en El Espinillo, en el corazón del interfluvio, y sin ningún otros datos de precipitaciones pluviales en todo el departamento General Güemes.
Teníamos la esperanza de no publicar el último informe recibido por parte de la Secretaria de la Producción de la Municipalidad que llegó a nuestra mesa de trabajo pero al persistir la actual sequía en donde los pronósticos de los daños se van convirtiendo en verdaderas pérdidas ante el avance de los días, los vamos a transcribir en su totalidad siendo avalado por las firmas de dos profesionales.
“El área agrícola de Departamento General Güemes al igual que el resto de la provincia, se encuentra atravesando un déficit hídrico desmedido respecto al año anterior.
En relación a los cultivos el equipo técnico regional precisó las siguientes evaluaciones respecto a dicha problemática: En las sementeras bajas como sandía, melón, zapallo coreanito, gris plomo, calabaza y zapallo tetsukabuto, se determinó una superficie de 5.000 hectáreas sembradas durante los meses de junio, julio y agosto. Las evaluaciones registran que las primeras dos siembras sufrieron considerablemente el efecto de temperaturas muy bajas por las reiteradas heladas, situación detectada en implantaciones principalmente concretadas en las zonas más altas.
Se computaron siete heladas con efectos perjudiciales en la etapa de crecimiento de dichos cultivos, afectando en un porcentaje del 30 por ciento aproximadamente en sandía y melón, un 50 por ciento en zapallo anquito (coreanito) y tetsukabuto, y un 80 por ciento en el cultivo de calabaza.
Los productores posteriormente realizaron aplicaciones de fertilizantes foliares para recuperar parte del follaje afectado, se valuaron retrasos en su etapa de crecimiento y su secuela estará expresado en los rendimientos y calidad de frutas.
Los cultivos sembrados a fines de julio y comienzo de agosto no manifestaron consecuencias negativas por las bajas temperaturas, pero sí están condicionados por falta de agua.
Si bien las dos primeras siembras resultaron óptimas para su nacimiento y posterior crecimiento del estado de las guías, el efecto de las bajas temperaturas juntamente con la falta de humedad en el perfil del suelo producto de falta de precipitaciones se pudieron advertir notables cambios en su estado vegetativo y reproductivo.
Con respecto al cultivo de girasol el área estimada es de 1.200 hectáreas ubicadas geográficamente en la región sur y oeste del Departamento General Güemes. Su siembra también fue problemática dada a la escasa humedad y a las bajas temperaturas en el suelo. Es estado general de los cultivos es regular, debido a que soportaron condiciones desfavorables en el momento de la germinación originando nacimientos irregulares , encontrándose actualmente con plantas de 20 a otras de 50 centímetros, más aún se notan diariamente muertes de plántulas por estrés hídrico. Todas estas condiciones harán que impliquen categóricamente en forma negativa en los rendimientos.
Para el cultivo del algodón, el cual es esperado en la región con una gran expectativa, que puede ser el prólogo anunciado que nuevamente en nuestra región sea el cultivo que más prepondera.
Los productores están atentos e interesados por la situación climática, pero los lotes que están destinados al cultivo están prácticamente con los rastrojos destruidos de la campaña anterior. Queda la gran incógnita respecto al picudo del algodonero, que en esta campaña que culminó se experimentó niveles altos de detección en las trampas de feromonas y notables ataques en cultivos de algodón en la zona sur y este del departamento.
Conclusiones
Como toda evaluación, lo que en su momento se dice con referencia a lo sembrado, incluyendo las pasturas ratifícales o naturales, como afectadas en un porcentaje, a medida del paso de los días, pueden llegar a ser pérdidas totales, si tarda en llegar la bienhechora lluvia. Pero así como físicamente los sembradíos o rodeos pueden llegar a una verdadera situación de desastre agrario y ganadero, creemos que los montos a nivel económicos se incrementan en forma inexorable repercutiendo en toda las actividades del ámbito provincial. Esto lo decimos, porque si se desea auxiliar a nuestros sufridos hombres de campos, todo ayuda tiene que estar a la altura de las verdaderas pérdidas que han sufrido. Esto no debe ser un mero paliativo para un precario presente, sino que debe tener la importancia de restañar la actual o futura situación económica y financiera del campo para que pueda seguir trabajando con alguna esperanza de éxito en el futuro.
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