Más vale tarde que nunca, es el comentario entre los habitantes de la playa El Murciélago, al suroeste de Manta. Allí, todas las mañanas, unas 2 000 personas se ejercitan desde las 05:00.
Todo va bien hasta que el recorrido se orienta hacia la zona del rompeolas del puerto marítimo. En ese punto se divisa un manto verde que no es otra cosa que un lago de unos 500 metros de diámetro de donde salen olores nauseabundos.
El lago de aguas servidas se formó por la sistemática extracción de arena a lo largo de 10 años. Esos líquidos residuales llegan a la playa procedentes de los barrios altos como Córdova y sus zonas de influencia.
María Pico es una de las deportistas que mira a diario el desagradable espectáculo. Advertimos sobre esto a las autoridades. Sin embargo, esperan que el problema se vuelva crónico para actuar”, dijo Pico.
Tras denuncias realizadas por Luigi Benincasa, funcionario de la Asociación de Atuneros del Ecuador (Atunec), la Empresa de Agua Potable y Alcantarillado de Manta (Eapam), emprendió hace dos semanas los trabajos de remediación.
En la actualidad, dos retroexcavadoras trazan una zanja de 1,50 metros de profundidad en el carril derecho del malecón. Se dirigen de norte a sur.
Allí se empezó a colocar una tubería de cemento de 800 milímetros, con el fin de encauzar las aguas servidas que actualmente van a parar a la playa El Murciélago. La obra fue contratada por la Eapam con la empresa Eseico y tomará 90 días y costará USD 170 000.
El nuevo colector va paralelo a las tuberías que recogen las descargas del sector centro sur de la ciudad. En cuanto al viejo colector, este seguirá en uso hasta que concluyan los trabajos.
Entre tanto, el tránsito se desvía en dirección a la Autoridad Portuaria de Manta. Para garantizar el flujo normal del tráfico de vehículos, la Policía asignó personal para las horas de mayor circulación. |
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