Las escasas precipitaciones que se registraron durante estos días -entre 25 y 40 milímetros-en algunas zonas de las principales provincias productoras no alcanzan para paliar las pérdidas que ya generó la grave sequía que afecta al país.
La mínima humedad de los suelos atrasa la decisión de los productores para la siembra de maíz, mientras que para implantar soja -a principios de noviembre-los ruralistas aseguran que tendrá que llover durante todo este mes, de lo contrario no afrontarán la siembra con los altos costos de los insumos y la posibilidad de perder su producción.
Según los analistas del clima, para que se recuperen los suelos es necesario que esta semana lluevan al menos 100 milímetros, muy lejos de los 30/40 milímetros que se esperan para el resto de la semana en algunas regiones.
El peor escenario se visualiza en la ganadería. En Chaco, Corrientes y Santa Fe las pérdidas son irrecuperables.
Ganado muerto
De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), sólo en Santa Fe se perdieron alrededor de 200 mil cabezas de ganado en lo que va del año y en Chaco unas 100 mil cabezas.
«Las lluvias de esta semana no benefician a la ganadería porque para que los pastos crezcan se necesitan unos treinta días luego de las precipitaciones para que los animales puedan alimentarse», explicó a este diario Ernesto Ambroseti, jefe del Instituto de Estudios Económicos de la Sociedad Rural.
Además, los especialistas aseguran que la Ley de Emergencia Agropecuaria no sirve, está desactualizada y el sistema es muy burocrático. «El Estado tiene que contar con fondos para ayudar a los productores que están en emergencia por la sequía, pero el problema es que hoy no hay fondos», afirmó Federico Landgraf, especialista en emergencia agropecuaria de la Sociedad Rural, que agregó: «Los datos del INTA no muestran un panorama alentador para los productores; la situación se va a normalizar en varios meses siempre y cuando siga lloviendo». |
|
|