La falta de pasturas obliga a los productores a comercializar su ganado.
LOS NUMEROS: 40 Fue el promedio de milímetros caídos entre el domingo y el lunes en la zona crítica. Sin embargo, no fueron suficientes para paliar la sequía que sufren los campos.
El paro agropecuario que comenzará mañana y se extenderá hasta el miércoles, tendrá un condicionante excepcional para los productores que tienen sus campos en los departamentos Saladas y Mburucuyá, principalmente. Se trata de la histórica sequía que afecta a esa zona, y mantiene en vilo a los ganaderos, ya que la falta de agua y pasturas provocó la muerte de más de 15.000 animales. Los dirigentes rurales de esas regiones confiaron que el paro quedará en segundo plano, y que en estos momentos se buscan alternativas productivas. Esto significará que muchos productores no acaten la orden de no vender, ya que se encuentran desesperados por sacar a sus animales de una situación catastrófica.
Mañana a las 9 en la Sociedad Rural de Goya, los ruralistas correntinos se reunirán para analizar la convocatoria a un nuevo plan de lucha por parte de la Mesa de Enlace de Entidades Agropecuarias, que agrupa a las instituciones del campo a nivel nacional. Si bien el descontento con el Gobierno nacional es real y todavía se mantiene en los campos de Corrientes -principalmente por la restricción a las exportaciones de carne y la intervención del Mercado de Liniers- muchos productores se encuentran imposibilitados de dejar de comercializar su ganado, como pidieron las cuatro entidades del agro, por la crítica situación que atraviesan por la sequía que castiga a sus animales.
“Hoy no hay muchas oportunidades de venta porque la condición corporal de nuestros animales es muy mala, pero si aparece un comprador con buen precio, no tenga dudas que el productor va a vender”, dijo a El Litoral el presidente de la Sociedad Rural de Mburucuyá, Rodolfo Escalante. En este aspecto, el productor explicó que la oferta actual por los terneros de la zona oscila los $2,70, un precio demasiado bajo, pero que algunos productores, desesperados por la falta de agua y pasto, decidan acatar para vender su hacienda.
Sin embargo, el productor comentó que hoy se reunirán en la Sociedad Rural local para estudiar alternativas productivas que permitan a los productores salir de la crisis que atraviesan, ya que la sequía actual se cobró la vida de más de 15.000 animales por falta de agua y pasturas. “El paro quedó en segundo plano para nosotros. Ahora tenemos que ver cómo salvamos nuestras vacas”, señaló Escalante.
Por su parte, el titular de la Sociedad Rural de Saladas, Carlos Berecoechea, sostuvo en diálogo con este medio que “actualmente no hay compradores. Aunque querramos vender nuestros animales, los compradores no aparecen”. No obstante, el productor admitió que a pesar de la baja calidad de los animales de la zona, de concretarse el paro con éxito, podrían aparecer compradores para su rodeo para abastecer a los frigoríficos de la región, aunque no son optimistas en lo que respecta al precio. “Hoy la condición corporal de los animales es muy baja, y lo que ofrecen los consignatarios no cierra nuestros balances”, comentó el productor saladeño.
Ayuda
Por otra parte, desde la Sociedad Rural de Mburucuyá adelantaron que estarían dadas las condiciones para que el Gobierno de la Provincia asista con rollos de sorgo o cetárea a los productores ganaderos de los departamentos incluidos en la Emergencia Agropecuaria. En este sentido, cabe señalar que la Nación envió una pequeña ayuda para los pequeños productores de los departamentos Mburucuyá y Saladas, aunque éstos no fueron suficientes para paliar la falta de pastos que padecen los campos.
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