Autoridades sanitarias admitieron carecer hoy de controles del impacto medioambiental y sobre los seres humanos del uso de plaguicidas en las 40 mil hectáreas dedicadas al cultivo de piña en Costa Rica.
De acuerdo con José Luis Vargas, directivo del Ministerio de Salud, las empresas piñeras presentan informes de laboratorio privados, pero el Estado no hizo nada para acallar las denuncias acerca del empleo de estos en la producción de la fruta.
Sin ese control cruzado es imposible determinar la calidad del agua que consumen miles de familias cerca de las áreas destinadas al producto en diferentes regiones del país, comenta el diario La Nación, que reconoció la existencia de una investigación científica acerca del particular.
Especialistas de la Universidad Nacional Autónoma constataron la presencia de compuestos de plaguicidas en pozos cerca de acueductos -dentro y fuera de fincas piñeras- y demostraron la contaminación de las aguas subterráneas. El tóxico más detectado fue el herbicida Bromacil, divulgó antes Nuestro País.
El periódico digital reprodujo un comentario del biólogo tico Alexander Bonilla, quien manifestó su preocupación por los reportajes transmitidos acerca de tales irregularidades en la televisión suiza, en el canal francés M6, y en publicaciones europeas.
Las fuentes reflejaron las condiciones infrahumanas de trabajo a que son sometidos los trabajadores en el sector, el mal manejo de los plaguicidas, de métodos de cultivo , la contaminación del agua y erosión de los suelos, entre otros.
El impacto negativo de los agroquímicos y la desatención estatal al asunto motivaron protestas de ambientalistas y trabajadores en las piñeras ticas, ejemplo de ello es la ocurrida a finales de agosto en la finca Ticoverde, en La Perla de Guácimo, provincia norteña de Puerto Limón.
La piña devino el segundo producto agrícola de exportación de Costa Rica en menos de cinco años: entre 2003 y 2007, la producción de ésta pasó de 992 mil a casi dos millones de toneladas, en correspondencia con La Nación.
Sólo en 2007, las piñeras exportaron 489 millones de dólares, pero sigue sin cuantificarse el monto del daño ambiental por el inadecuado manejo de plaguicidas.
|
|
|